Yo sé que algún amigo estará pensando más de un chiste con el título de este artículo, pero os quiero hablar hoy de fósiles reales en el Palacio episcopal. Hace ya un tiempo os mostré uno que se encuentra en la calle de la Estrella, quizá la más transitada del recinto amurallado porque es la que nos conduce hasta la Concatedral de San María. Una preciosa cuarcita repleta de braquiópodos situada allí en la ampliación del palacio realizada entre los siglos XVI-XVII.
Este tipo de roca y fósil coincide con las presentes en la cantera del Portanchito que ya os he mostrado en un artículo anterior, por lo que podemos deducir que de dicha cantera se extrajeron los materiales para la obra en el Obispado. Esto me lleva a pensar que, diseminados por la ciudad, deben aparecer más de estos fósiles, porque dicha cantera se mantuvo en funcionamiento durante muchas décadas.
Hace unos días, en uno de mis paseos por la ciudad, me fijé en el muro de este "santo" palacio en la calle Obispo Álvarez y pude encontrar otra caliza con braquiópodos, un gran ejemplar perfectamente visible que hasta ahora se me había resistido. Os dejo unas fotos y, como siempre, os invito a buscar este precioso fósil, un retazo del pasado geológico en plena parte antigua.
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