Corsé. Siglo XIX. Donación de D. Fabriciano Valiente Blas (1983) Los humanos somos seres sociales, esto significa que nos relacionamos con nuestros semejantes, estas relaciones se organizan conforme a unas reglas y restricciones. Por ello la indumentaria nunca será neutra, estará inscrita en un sistema social que determina su forma y el uso. El traje comunica una información sobre la persona que lo lleva, indica que ella está inserta en una sociedad determinada, amoldándose a su conducta, en este sentido es portador de una clara expectativa. El traje afirma y engaña, esconde y revela, protege y descubre. Esta ambigüedad de funciones, esa diferencia entre ser y parecer, abre un espacio en el cual el Arte va a poder intervenir, siendo un referente para la inspiración. Ya desde los transparentes vestidos del Antiguo Egipto, hasta los modernos jeans, la humanidad no ha usado solo la ropa para cubrir su cuerpo, sino para destacarlo, e incluso para insinuar el desnudo; en
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.