El pasado 18 de noviembre, en el marco de las Jornadas Europeas de Patrimonio de Extremadura, organizadas por mis queridos y admirados Raquel Preciados y José Antonio Estévez, visitamos, entre otros lugares, la Parroquia de San Eugenio. Tengo que confesar que la había visto mil veces por fuera, pero nunca por dentro y en realidad merece la pena acercarse a la historia de este edifico y las dificultades por las que pasó su construcción. Nos debemos situar en 1880, mientras los hornos de fosfatos humeaban sin descanso en Aldea Moret, los trabajadores tenían un problema más allá del cansancio: no había donde rezar. La parroquia más cercana, San Juan de Cáceres, quedaba a una hora a pie bajo el sol cacereño. El obispo Pedro Núñez Pernia lo sabía, pero los planes para construir un templo chocaban con una realidad cruda: el dinero no sobraba para acometer una obra como esa. La salvación vino cuando Alfonso XII pasó por Cáceres en 1881 para inaugurar el tren a Lisboa, alguien le habló de aque...
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.