Que nadie me pida ser totalmente objetivo, no puedo serlo, porque a los ritos ancestrales, a las tradiciones centenarias, al sentir colectivo de un pueblo, solo se puede acceder de tres formas: desde la distancia, la ignorancia y el prejuicio, desde la curiosidad científica o formando parte de él. Intentaré en este caso que mi implicación personal y cariño por este pueblo cacereño no empañe la curiosidad por esta fiesta que comienza en julio y tiene sus dos momentos álgidos en agosto y diciembre. En la localidad cacereña de Aldea del Cano (y algún otro pueblo de la comarca), se conserva un viejo rito que, si lo miramos desde fuera, consiste en que unos jóvenes (ayudados por adultos) arrancan del campo una encina, la llevan al pueblo y pasado un tiempo a ese tronco, que llaman Tuero, le prenden fuego. Pero seamos curiosos, profundicemos en el origen, la simbología y significado de este viejo rito vinculado a los quintos, y actualmente a las quintas, del año. EN EL V
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.