En las décadas iniciales del siglo XX, el parto los cuidados del recién nacido estaba acompañados en Extremadura, como el resto de España, por unas arraigadas costumbres que poco a poco han ido cambiando merced a los avances experimentados en materia de higiene y conocimientos médicos. Generalmente, el alumbramiento era asistido por comadronas o parteras sin titulación, pero con mucha práctica y uno de los principales temores por la salud del neonato radicaba en el mal de ojo, que se intentaba prevenir y curar con tratamientos supersticiosos y el uso de amuletos. Después de lavar bien el cuerpo del recién nacido, a menudo con aguardiente, se le vestía con pañales y en algunos lugares aún se envolvía todo su cuerpo con una faja apretada para que se le enderezasen los huesos cómo consta que se hacía desde siglos atrás. En poblaciones como Madroñera el cordón umbilical era eliminado siguiendo un estricto ritual, primero se cortaba con unas pinzas muy limpias para después
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.