El uso de cruces en el ámbito doméstico está constatado desde comienzos del propio cristianismo, aunque se hace más popular a partir de los siglos XIV y XV. Y además de la lógica función religiosa, la cruz ha sido usada en las casas, caminos y plazas con un carácter mágico-protector. La cruz cuando comparece en determinados espacios de la casa como puertas, ventanas, chimenea, portones o postigos, funciona como un DETENTE contra la entrada del mal, entendido como el demonio, las brujas, las tormentas o cualquier otro fenómeno de la naturaleza perniciosa (putaciegas, rayos, granizo…) o, simplemente, lo desconocido. En una sociedad en la que la asistencia médica era nula y los avances técnicos inexistentes, se hacía necesaria la superstición como posible solución a eventuales problemas. El símbolo de la cruz se encuentra, por lo tanto, en aquellos espacios o partes del edificio por donde se pensaba que podría entrar el mal. Aunque desde mediados del siglo XIV encontr
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.