¡Sal de este camino! ¿Y si te diriges por esa vereda por la que nunca fuiste? Eso es lo que parece escuchar uno algunos días cuando sale de ruta. Yo que me jacto de conocer los caminos y la mayoría de los rincones de los alrededores de Cáceres, a veces recibo un baño de humildad y el propio terreno me sorprende y me regala estampas que querría haber encontrado hace años. Hace unos días, ya regresando a casa, muy cerca de la Quinta de la Enjarada, decidí cambiar la ruta habitual y tomar un camino por el que ya había transitado alguna vez pero en sentido contrario. Y ahí, delante de mí, tenía un catálogo completo de arquitectura vernácula en unos pocos metros: un gigantesco pozo de brocal con sus pilas, dos zahúrdas espléndidas y los restos de un bujío. De una tacada una representación excepcional de los tipos constructivos populares más frecuentes de nuestros campos. Todo este despliegue de riqueza popular se encuentra junto al ya abandonado vertedero de basuras a unos cien
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.