En fechas como estas, en las que la globalización y la contaminación incultural lo salpican todo, quisiera recordar en los próximos dos artículos, cómo en Cáceres no sólo echaron abajo la ermita dedicada a San Antón, sino cómo las tradiciones que estaban arraigadas en la ciudad alrededor de su fiesta, también se perdieron, o cómo casi nadie recuerda los refranes cacereños referidos al Santo. En la calle de mismo nombre, aproximadamente donde hoy se encuentra el Gran Teatro, se levantaba la ermita dedicada a San Antón. Del siglo XVI y de no muy grandes dimensiones, se cree que es una de la seis ermitas que obligó a construir como “penitencia” a Bernardino López de Carvajal el Papa León X, al “traerse sin permiso” desde Roma, un fragmento de la Cruz de Cristo, como ya os conté en la entrada dedicada a la ermita del Lignum Crucis. Se inauguró oficialmente el 5 de marzo de 1542 y constaba de dos zonas, la casa del ermitaño y la propia ermita que tenía acceso directo desde la calle
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.