Un altar es un espacio común a los dioses y a los hombres y forma parte de una percepción simbólica del paisaje. Los altares rupestres, aunque bastante comunes, han sido tradicionalmente apartados de los estudios académicos hasta no hace demasiado tiempo. Eran mirados con desconfianza y escepticismo desde el saber más ortodoxo. Pero ¿qué entendemos como altar rupestre? Podemos delimitar su concepto y decir que un altar rupestre es toda estructura al aire libre, sobre soporte pétreo, y que posee cavidades, cubetas… donde es patente la intervención humana y que no se enmarca en un uso práctico y cotidiano. Su ubicación no es arbitraria, siguen unos claros patrones marcados por la organización interna del espacio, orientaciones astrológicas o una traducción de una concepción simbólica del entorno. Para el análisis del altar encontrado me he apoyado en la Tesis de Maria Joao Delgado Correia dos Santos, titulada: Santuarios rupestres de la Hispania indoeuropea, del año 2015.
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.