Después de haberos mostrado el estado de la iglesia del convento os mostraré ahora lo que queda de las dependencias conventuales, que a ser sincero, no es mucho. Posiblemente la Portería y El Claustro sean las zonas donde podemos observar más elementos conservados y reconocibles. En el libro Los estragos del olvido. El Convento de San Antonio de Padua.
Garrovillas de Alconétar (Cáceres) del historiador José María Martín Vecino, aparece un plano realizado por Alicia Galán que nos puede ayudar a situar cada una de las dependencias en su ubicación.
Comencemos la visita desde la portería, donde podemos encontrar interesantes restos de pinturas, así como otros restos ornamentales en muy mal estado.
Atravesando el zaguán pasamos a la sala capitular.
Y llegamos al claustro de
perímetro regular y alzado en dos
pisos, sus pilares son
cuadrangulares y está decorado con
pinturas con motivos franciscanos.
El segundo piso presenta columnas toscanas que sostienen entablamento decorado con
triglifos y metopas lisas. En el centro una cisterna, al estar tapado el suelo por la vegetación no puede verse y hace muy peligroso el acceso a la zona.
El resto de las dependencias están muy deterioradas y a penas queda algún muro en pie, os pongo algunas fotos estos restos.
En algún lugar leí que a este convento le llamaban "el convento de la vergüenza", y no es nada exagerado, es exactamente lo que se siente cuando uno lo visita. Parece mentira que por la desidia, desinterés e ignorancia un lugar así esté en estas condiciones. Por último os pongo algunas fotos en blanco y negro que hice en una anterior visita. Espero que pronto tengamos buenas noticias sobre este precioso convento.
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