Hace pocos días se ha celebrado al santo patrón de la
ciudad, San Jorge, y al ver las fotos de la procesión cívica que hacen los
miembros del consistorio y que culmina con el concejal más joven tremolando el
pendón (una réplica) usado en la reconquista en 1229 desde el balcón del
ayuntamiento, me he acordado que eso no ha sido siempre así. Este acto siempre
se realizó en el balcón de la Torre de Bujaco, conocido como el balcón de los
fueros o balcón juradero. Así es que decidí buscar algo de información y enseñaros
este DETALLE de nuestra historia. A esto se le suma, que por motivos que no voy
a contar aquí, he tenido la oportunidad, en estos días, de acceder a este
precioso e interesante lugar.
Primero os hablaré de la propia torre. Es una de las más
conocidas del recinto amurallado y, asimismo, la más grande. De estructura
cúbica y planta cuadrangular, presenta al exterior esquinas de sillares y, el
resto del muro es mampostería. Está coronada por un almenaje, típico de estas
construcciones, a cuya altura se colocan sendos matacanes rematados en
aspilleras. Bajo el matacán central y a ambos lados se disponen dos saeteras.
Sobre restos romanos, los árabes la levantaron y por ser
conquistada al mando del califa Abu Jacob (1173) recibe su nombre, según la leyenda, pero que estoy casi seguro de que no es el verdadero origen del nombre de la torre, porque en ese año aún no se había construído. Fue restaurada en el siglo XV, añadiéndosele los matacanes
ya citados, se forró por completo el macizo de tapia y se sustituyeron las cámaras originales por otras de nuevo cuño. Debió de ser muy parecida a la cercana torre de la Yerba, aunque ahora no se parezcan en nada.
Durante el siglo XVIII peligra su conservación debido a
problemas económicos. Salvada de tales infortunios, en 1820 se le añade como
coronamiento un templete, a modo de espadaña, que alberga la diosa Ceres. También se dispuso en el frontal de la torre un
reloj a modo de torre de iglesia, de ahí que se la conozca también como Torre
del Reloj. En 1962 la torre vuelve a su estado originario, quedando las
almenas, donde estaba la espadaña, reconstruidas en ladrillo diferenciándose
así de las originales en piedra.
En la fachada principal destaca un matacán con función de
tribuna, sobre cuatro ménsulas, en cuyo frontis hay esculpida una guirnalda de
flores, dentro de la cual se encuentra el blasón de los Rivera. Se conoce con
el nombre de Balcón de los Fueros y se cree que su función pudo ser la de elevar
pendones en el nombramiento de los nuevos reyes y en alguna bibliografía se le da el nombre de balcón juradero porque se dice que en él los reyes que pasaban por la ciudad juraban los FUEROS otorgados por Alfonso IX en la reconquista. Además se usaba para tremolar el pendón que aquellas tropas trajeron en la festividad de San Jorge, del que ya os hablaré otro día.
Desde aquí me gustaría reivindicar que el acto de ondeado del pendón vuelva al balcón juradero y que no se haga desde el Ayuntamiento, que es mucho más alto, lejano y distante. De la misma forma que sería bonito escenificar la jura de los fueros por los actuales monarcas, pero claro, eso ya es algo más complicado... pero por pedir y soñar que no sea. Aquí os dejo este relato que viaja entre la leyenda y la historia de esta preciosa ciudad.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
Arquitectura Militar: Torres Monumentales en Cáceres
Montaña Paredes Pérez
María Antonia García Vivas
La muralla almohade de Cáceres: aspectos constructivos, formales y funcionales. Samuel Márquez Bueno. Pedro Gurriarán Daza.
FOTO ANTIGUA: Cáceres, plaza mayor. Fernando García Muñez
Genial entrada. Yo también pienso que este bonito balcón debería utilizarse más por toda la carga simbólica que tiene para la ciudad, el problema es que a los habitantes y a los gobernantes de la misma no parece importarles mucho las historia de su municipio, así que podemos olvidarnos.
ResponderEliminarUn apunte: el Pendón de San Jorge no pudo ser el que trajeron las tropas de Alfonso IX puesto que eran leoneses y el propio Alfonso era un furibundo anticastellano, aunque a su muerte, con la unión de ambas coronas, la ciudad se repobló con gentes procedentes de los dos reinos. Es, por tanto, más bien el resultado de unir los dos pendones que usaba el concejo de la villa dependiendo de si eran mayoría de leoneses o castellanos los que lo gobernaran en cada momento. Debió ser una época cargada de rencillas y malor rollos "étnicos" los primeros años de aquél Cáceres cristiano...
También soy de la opinión que esta "bandera" de Cáceres se debería usar mucho más, es triste que en todo el desfile de San Jorge no aparezca ni una sola vez, por ejemplo. Es un símbolo identitario de la ciudad que sus habitantes ignoran y desconocen.
Un saludo y sigue adelante con este blog tan genial, soy un voraz lector del mismo.
Muchas gracias Pedro por seguir el blog. Ciertamente el pendón tal cual se presenta no puede ser utilizado por el rey de León. Dice la tradición que la parte leonesa sí es la original y que en una estancia de la Reina Católica en la ciudad cosió ella misma la parte correspondiente a Castilla con exactamente las misma medidas que la otra parte en consonancia con lo de tanto monta... Eso ya lo contaré con más detenimiento en otro momento. Y creo que a este balcón se le debería dar la importancia que históricamente ha tenido y que podría ser usado para más actos solemnes, así como el pendón, verdadero símbolo de la ciudad. Mil gracias Pedro por comentar y seguir el blog¡¡¡ Un abrazo
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