He de
reconocer que hace ya más de un año que descubrí este lugar por casualidad.
Aunque he buscado información, casi con desespero, no he podido encontrar
ninguna referencia directa de lo que pudo ser. Con lo poco encontrado, y por
mucho de lo leído, me voy a atrever a hacer algunas suposiciones y lanzar al
aire varias hipótesis de su origen. Comenzaré haciendo una breve descripción de
la ubicación y de las características del emplazamiento.
A pocos
metros de la Cañada Real del Puerto del Pico y Miravete, en una finca llamada “El
Santo” y pegado a la linde con la de “El Pizarral” y cercana a la finca de “La
Pizarra”, pude observar gracias a las imágenes por satélite, un recinto
amurallado de gran tamaño. Evidentemente me monté en la bici y me fui a
buscarlo, en la inmensa mayoría de las veces, cuando encuentras imágenes de
este tipo, suelen corresponder a antiguas cercas, cochiqueras o trazos sin
mayor importancia, pero esta vez fue distinto. Me topé con una zona con gran cantidad de
material procedente de la antigua construcción, almacenado en los típicos
montículos o majanos, que los dueños de las fincas suelen hacer para “limpiar”
el suelo y tener material acumulado disponible para sus nuevas construcciones.
Muchos fragmentos de pizarra y algunos esquistos, pero lo que me llamó la atención fueron los grandes bloques de granito tallado, no tan típicos en edificaciones rurales relativamente modernas. Según me adentraba en el recinto, estas piezas se hacían más comunes, restos de ventanas o puertas o el fuste de una columna de granito hacían sospechar de un origen medieval o de una construcción más “noble” que una cochiquera o cercado para el ganado. En la esquina suroeste una gran elevación me atrae, y al acercarme la sorpresa fue enorme: me encontraba sobre un montículo por encima del nivel de una puerta o ventana con dintel de granito. Por lo tanto todo el material que actualmente forma el montículo proviene del derrumbe de esta esquina, que podría perfectamente identificarse como el bloque principal de la casa, o una torre.
Muchos fragmentos de pizarra y algunos esquistos, pero lo que me llamó la atención fueron los grandes bloques de granito tallado, no tan típicos en edificaciones rurales relativamente modernas. Según me adentraba en el recinto, estas piezas se hacían más comunes, restos de ventanas o puertas o el fuste de una columna de granito hacían sospechar de un origen medieval o de una construcción más “noble” que una cochiquera o cercado para el ganado. En la esquina suroeste una gran elevación me atrae, y al acercarme la sorpresa fue enorme: me encontraba sobre un montículo por encima del nivel de una puerta o ventana con dintel de granito. Por lo tanto todo el material que actualmente forma el montículo proviene del derrumbe de esta esquina, que podría perfectamente identificarse como el bloque principal de la casa, o una torre.
Regresé con
la sensación de haber pisado parte de una historia de la ciudad que quería ser
contada. Volví a las imágenes por satélite e hice unas mediciones para
comprobar el tamaño con medidas más exactas que la propia apreciación sobre el
terreno. La forma es trapezoidal, con una altura (en un eje norte-sur) de unos
100m, con la base mayor de unos 60, y la superior (hacia el norte) de unos 45m,
suponiendo un perímetro aproximado de 316m. El recinto presenta un total de
unos 5200m2. La zona es una gran llanura, pero este enclave se
encuentra en una pequeña elevación con un desnivel medio de unos 15 metros con
los terrenos situados al este y el oeste donde existen unos pequeños cauces de
agua. A unos 200 metros un pozo en actual uso y a 457 metros los restos de lo
que se ha denominado “La Ermita del Santo”. Esta ermita, prácticamente inédita
ha sido “redescubierta en la red” hace
un año por este blog y por el de mi amigo Samuel (http://caminosdecultura.blogspot.com.es/)
en lo que para nosotros, y algunos expertos consultados, son los restos de una
ermita visigoda. Todos estos elementos, no me negaréis, hacen del lugar un
sitio más que interesante.
Y una vez
hecha la descripción del lugar, pasaré a hablaros de la hipótesis que manejo
hace tiempo. Tras la reconquista, y varios siglos posteriores, alrededor de la
ciudad surgieron gran cantidad de adehesamientos con la finalidad de la defensa
(o defesa, de ahí el nombre de dehesa) de las cabañas ganaderas pertenecientes
al Concejo y sus pastos, para protegerlos de los rebaños de La Mesta,
que bajaban de las zonas más al norte a aprovecharse del alimento de nuestros
campos. El fuero de la ciudad permitía este acotamiento de los terrenos, con
el que además, en un principio, se premió a los nobles que ayudaron, de una
forma u otra, a la conquista de la ciudad. Esto propició la aparición de
cortijos o asentamientos que se fueron agrandando debido al gran tamaño del
término cacereño, siendo muy común su establecimiento sobre restos de poblamientos
romanos, visigodos o árabes.
En el siglo
XIV se produjo una gran crisis demográfica en nuestra zona, propiciada por el
aislamiento y las pestes, que asolaron con
una gran parte de la población, siendo muchas de estas casas o cortijos
abandonadas, como Puebla de Castellanos,
Casas del Ciego, Borrico Pardo, Borriquillo o La Pizarra, de las que de muchas
de ellas se desconoce su ubicación exacta. Otras han llegado a nuestros días,
como La Cervera, La Aldihuela, La Corchuela o Zamarrillas y otras crecieron
tanto que se transformaron en pueblos como Torreorgaz, Torremocha…
Un recurso muy
habitual a la hora de buscar un yacimiento o relacionarlo con los documentos
existentes es la toponimia y me llamó la atención que este recinto se
encuentra entre “El Pizarral” y “La Pizarra” y que uno de los poblamientos de
ubicación desconocida se llamara “La Pizarra” y a unos metros de una posible ermita
visigoda, alrededor de la cual debió de haber algún tipo de asentamiento. En
documentación consultada se decía que entre las Seguras y Zamarrillas, al norte
de la Cervera y al Sur de la Aldihuela, se situaba uno de estos poblamientos. Pues
concretamente Las Seguras se encuentran a 6km al oeste y Zamarrillas a unos 8Km
al este. A 8Km al norte La Aldihuela y unos 5Km al sur La Cervera. Por lo tanto
quién nos dice que no podamos estar frente al poblamiento de LA PIZARRA, o
algún otro de los que salpicaron los alrededores de la ciudad al poseer,
además, abastecimiento de agua abundante y cercano.
Mi
conocimiento (e imaginación) llega hasta aquí, así es que me gustaría pediros
ayuda para intentar averiguar el origen de este lugar, su posible relación con
la “Ermita del Santo” y todo lo que nos permita conocer más DETALLES del pasado
de nuestro querido Cáceres.
Sencillamente fabuloso. Una entrada muy completa, y una hipótesis con una buena base sólida, muy a tener en cuenta. Creo que no vas nada mal encaminado. Ojalá alguien pudiera lanzar un poco más de luz. ¡Enhorabuena por tan gran trabajo de investigación!
ResponderEliminarEnhorabuena, muy buen hallazgo y muy bien argumentado.
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