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LAS RUINAS DEL SANATORIO "VICTORIA EUGENIA"

El hospital antituberculoso tiene algo del encanto y el misterio de un mundo perdido, pasado, acabado, de algo que sabemos no volverá a repetirse. Algo que nació, como tantas otras cosas del hombre, sobre débiles bases, que evolucionó con el desarrollo de una enfermedad individual que tuvo el poder de convertirse en una calamidad colectiva y que acabó, inesperadamente, cuando se estableció una terapia efectiva para la enfermedad, que transformó en inútiles unos recursos que poco antes parecían imprescindibles y que tendieron a multiplicarse sin límite. La tuberculosis llegó a ser considerada una enfermedad degenerativa o hereditaria. Hasta 1882 no se identificó (Koch) el microorganismo causal que, en torno a 1900, era la principal causa de mortalidad, que solo mejoró con la mejora de la nutrición y de las condiciones de vida. Hasta que se descubrió la estreptomicina (1947) y otros medicamentos (rifampicina en 1971), no se disponía de un tratamiento eficaz contra la enfermedad.


La preocupación por la tuberculosis en nuestro país se remonta al año 1751, cuando el Rey Fernando VI mandó crear en el Hospital de la Venerable Orden Tercera una sala independiente destinada a enfermos tísicos, mientras aún en Europa la Ciencia internacional dudaba del carácter contagioso de la tuberculosis. Sin embargo, la muerte por tuberculosis del rey Alfonso XII, en el año 1885, junto a la celebración, en el año 1888, del Congreso de Ciencias Médicas de Barcelona donde se propuso implantar el modelo sanatorial en España, fueron los detonantes de una alarma social que trajo consigo la adopción de ciertas medidas higiénicas en la sociedad, así como la aparición de las primeras instituciones públicas de lucha contra la tuberculosis. España, a principios del siglo XX, se llenó de escupideras y de carteles de "No escupir", y el rey Alfonso XIII, huérfano por culpa de la tuberculosis, creó, junto a su esposa Victoria Eugenia, el Real Patronato Central de Dispensarios e Instituciones Antituberculosas en el año 1907.




El de Cáceres fue levantado en 1930, con el nombre de la esposa del Rey Alfonso, un año antes del fin de su reinado entre las dictaduras de Primo de Rivera y Belenguer. Las clases sociales más altas de la ciudad y de la nobleza de los alrededores, acudían a este sanatorio a descansar, recibir buena alimentación, medicinas y el aire de la sierra, plagada de pinos y eucaliptos, que aún hoy perduran, y que junto con las corrientes y la orientación sur-este, hacían del lugar un emplazamiento idóneo para este tipo de edificio. Fueron muchos los avatares que el inmueble sufrió en los escasos 30 años en los que estuvo en funcionamiento: dictaduras, república, guerra y otra nueva dictadura. Pero lo que verdaderamente acabó con él fue el descubrimiento de la estreptomicina. Una vez que se usó con eficacia para la cura de la tuberculosis, el sanatorio fue abandonado y permaneció como peligrosa ruina hasta el año 2001, en el que finalmente fue demolido para evitar posibles accidentes entre los paseantes y curiosos que frecuentamos la zona. Afortunadamente los cimientos de sus imponentes tres alturas se conservaron, como recuerdo del pasado perdido, y aún pueden verse parte de sus muros o antiguos canalones del edificio, deseosos de contarnos cientos de historias de muerte y de curaciones.



















Puede accederse a sus ruinas desde la carretera de Miajadas, desde el Portanchito o desde el camino que lo une a las minas de Valdeflores. Sólo me queda invitaros a conocer la zona con algo de precaución, porque en una visita hace unos meses tuve un percance con algunos hierros que quedan de la estructura semienterrados entre las ruinas, por eso os pido cuidado para disfrutar con seguridad de este DETALLE de nuestro pasado reciente. 

Comentarios

  1. Muy interesante, solo un detalle, conozco la zona y por la forma del paisaje, me da la impresión que las dos primeras fotos están reveladas al revés.

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  2. Muchas gracias por entrar y comentar¡ pues tienes razón, están mal. Luego las cambio. Muchas gracias¡

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  3. No sabes la pena que me da que no siga en pie la estructura del edificio. Hubiera sido una localización increíble para mis fotos. Qué pena, no sé porqué razón no conservan ciertas cosas.

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  4. Las tumbas de este sanatorio estaban justo en frente , y las enterraron y taparon , de hecho aun se ven algunos trozos de las lápidas al descubierto , no se por que llegaron al punto en esta ciudad de derruir un monumento histórico de Cáceres , desde luego todo lo que hacen en esta ciudad , lo hacen mal !!!!!!

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    1. Eso de las tumbas que están en frente creo que es un mito, yo no he visto nunca ni tumbas ni lápidas allí . Si tienes fotos de ello, exponlas, gracias

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    2. Yo he mirado y buscado y no he encontrado nada, la verdad. Lo intentaré otro día...

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  5. Te doy la razón... en esta ciudad las cosas no se hacen casi nunca bien. ¿Te importaría darme más detalles, aunque sea por privado, del lugar en el que estaba el cementerio y las tumbas? Sería interesante investigarlo y más y denunciarlo públicamente. Muchas gracias¡¡¡¡

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    1. En este emplazamiento estuvo ingresado mi abuelo , estuvo amortajado , y preparado para morir entonces salio la cura y pudo recuperarse , las tumbas estaban justo en la explanada que sigue en frente de donde estaba el sanatorio tenemos un campo familiar a 50 metros de donde estaba este lugar , mis primos y yo eramos pequeños con diez o doce años , y íbamos por la parte de atrás y era grandísimo , la verdad es que nos imponía bastante respeto ver esa estructura tan grande , por la parte de atrás se veía todo por dentro , lo podían haber reformado y haberlo dejado como museo , pero en esta ciudad solo lea importa a sus mandatarios llenarse los bolsillos ,y monumentos históricos como la plaza mayor de Cáceres , prefieren reventarlos y prepararselos a su gusto , así funciona esta ciudad

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    2. Así que le dejo un mensaje a los mandatarios de esta ciudad , dejar de destrozar los monumentos históricos de esta ciudad , , solo os importa el dinero , y se demuestra con sus actos de vandalismo sin mesura , lo que no llego a comprender es como la gente de Cáceres permiten cosas así , que desmonten su ciudad pedazo a pedazo , y no se haga nada para impedirlo de verdad que es de vergüenza ajena a ver si aprenden a ser personas , por que ni lo son , ni lo han sido nunca !!!!!!dejen de destrozar la ciudad !!!!!!!.

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  6. Hola! Un amigo encontró un edificio abandonado en medio del campo cerca de Cáceres del cual no encontramos ninguna información. Cómo podría ponerme en contacto contigo por si te interesa investigarlo? Gracias

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    1. Hola¡ un mensaje directo a la página de Facebook. Buscas Cáceres al detalle y por ahí hablamos¡

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  7. Por la misma epoca se levantaron muchos hosptales llamados antituberculosos por uns y depues hospitales del Torax, como en la SIERRA madrileña, , el Hospital el Neveral de Jaen aun funcionado, donde yo tome posesion como enfermero de la plaza del Estado por oposicion, 1982, entonces perteneciente a la AISNA, o Administración Institucional de la Sanidad Nacional, que llevaban la lucha antituberculosa, Leprosería de Trillo y Mahón, el INO o Instituto Nacional de ONCOLOGÍA etc. Y aqui en Caceres el Instituto de Higiene, ubicado al lado de la plaza de toros, hoy Centro de Salud Plaza de Argel, En los años 50 hasta bien entrado los 80 , había una unidad de paciente tuberculosos en el Hospital de la Beneficencia Nuestra señora de la Montaña, pues en 1970 había más de 30 tuberculosos , muchos de ellos llevaban años ingresados, como formando parte del Hospital, con tuberculosis que habían lesionado seriamente los pulmones, con cavernas y algunos con tuberculosis abiertas. Eran otros tiempos.

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