Hace tiempo escribía una entrada dedicada a la ermita del
Amparo, y decía que era el lugar de la ciudad sobre el que más mentiras, o
inexactitudes, se habían escrito. Pues, a decir verdad, la ermita de los Santos
Mártires no se queda atrás. En este post intentaremos arrojar algo de luz sobre
su historia.
Solemos leer que la actual ermita es de construcción
relativamente reciente (Siglo XIX) y que se levantó para “sustituir” a otra
derribada que se asentaría donde ahora está la plaza de toros y que para
levantar el coso taurino se mandó derribar la pequeña iglesia. Aquí encontramos
el primer error, muy común en muchas webs y libros. Sólo hay que mirar las
fechas de inauguración de la plaza de toros (1846) y del derribo de la
primitiva ermita (1852), por lo que convivieron unos seis años, así es que esta
información ya no es sostenible de ningún modo. El derribo se produce para el
ensañamiento del camino de Trujillo que se realiza por estas
fechas y no por la construcción del coso cacereño.
LA PRIMITIVA ERMITA
¿Pero desde cuándo estaba la ermita de los Mártires y dónde
se situaba? Tomás Pulido afirma que en la primera mitad del siglo XVI se
encarga al cantero de Trujillo, Sancho Cabrera levantar el edificio, pero, por
el contrario, si leemos el exhaustivo estudio realizado por Solís Rodríguez
sobre este cantero, no existe evidencia alguna de su participación en dicha
obra. Lo que sí tenemos claro es que D. Francisco de Carvajal, el Arcediano de
Plasencia, acordó en 1538 con los canteros Andrés Alonso y Diego de la Roa
““acabar la capilla de los Mártires en fin del mes de mayo primero que verná
del año treynta e ocho”. Para hacerlo se les proporcionaría toda la cal y
cantería que había alrededor, y el interior, de una ya comenzada obra, por lo
que se les abonaría 35 maravedises.
Pues ya tenemos otra cosa clara, la primitiva edificación es
anterior a 1538, año en la que se terminó. También es conocido que “…en 1574 se
remató la obra del portal de la ermita por Juan Mateos, y que se obliga a hacerlo
por la traza de Gaspar Catalán, obra con columnas de cantería, arcos de
ladrillo y frentes de pie derecho de cantería, en realidad: cinco portales
separados por sencillas columnas de base y capitel toscanos con arcos
adoselados un tanto escarzanos o rebajado”. Os adjunto plano de dicho diseño.
Boxoyo nos dice que es de “un solo altar, el San Sebastián
es de Alabastro y el de San Fabián de Pincel. Es la Iglesia muy capaz y su
cofradía celebra fiesta en 20 de enero…” La imagen de San Sebastián durante
muchos años fue muy querida en la ciudad, y se utilizaba de intermediador
cuando venía alguna desgracia a la ciudad. El 30 de mayo de 1649 se acordó que
“se formase procesión general con el Santo y el Ángel de la Guarda” por unos
problemas de pestes en Cáceres. En 1680 “Por falta de agua... se hicieron
novenarios... y también se había hecho procesión hasta los Mártires con la
imagen de Ntra. Sra del Rosario, que está en el Convento de Santo Domingo y el
Sumo. Cristo de Santa María, le sacó la cofradía al altar mayor”. El 7 de
septiembre de 1754, por una epidemia de tabardillos, salió San Sebastián de
procesión con la imagen de Jesús Nazareno.
¿Pero dónde se situaba? Evidentemente no estaba donde la
Plaza de Toros, la ermita y la charca también conocida como de los mártires, se
situaban al final de la Calle Moros, Margallo, Barrio Nuevo… o los nombres que
hayan tenido en estos años. En un plano de 1813 podemos ver su ubicación
exacta, y si lo superponemos con otro actual, vemos que la ermita se situaría
más o menos donde está ahora la Churrería Ruíz.
Si vemos otro plano, esta vez de 1853, la ermita ya no está,
aunque sí parte de la charca, aunque con menor tamaño. Por lo tanto, también es
mentira que la ermita y la charca desaparecieran al mismo tiempo.
Ésta terminaría desapareciendo por el 1866 al construirse en
su lugar un pequeño paseo, proyectado por Antonio Ulloa, como consta en los
expedientes de obra de los Archivos Municipales. Os enseño una imagen del plano
del proyecto.
LA ACTUAL ERMITA
En los archivos municipales (ES.100037. AHMCC 19/158
EXPEDIENTE 23), fechado en el 1854, se recoge un documento por el que el
Mayordomo de la Cofradía de los Santos Mártires solicita terreno detrás de la
charca del mismo nombre para la construcción de una ermita de dicho Santuario.
El mayordomo en ese momento era Gregorio Vicente Guerrero, pero su petición fue
rechazada. La actual ermita está ligada a la construcción del primer parque
público de la ciudad, El Paseo del Rollo, porque seguramente en aquel lugar
debió de haber un rollo delimitando los límites y jurisdicción de la villa. Ese
parque es el que todos conocemos como El Paseo Alto. En 1850 se había
construido en un cerro cercano, llamado del Teso, un polvorín, y la ermita
decide situarse en el cerro adyacente con los 39600 reales que se le dio a la
cofradía por la demolición del antiguo edificio. Se inaugura en 1860, siendo
Mayordomo Blas Francisco Gutiérrez, según el diseño del arquitecto municipal,
rematando la obra el maestro alarife Joaquín Carrasco. Se hace de mampostería encalada, con frontón y
techumbre a dos aguas. Presenta tres arcos de medio punto, los laterales
cerrados con forja, donde se alojaban a los Santos en el día de la romería. El
central conduce a su única nave, cubierta con bóveda de cañón y cabecera
semicircular rematada en bóveda de cuarto de esfera. A los laterales aparecen
dos sacristías simétricas.
Actualmente en su interior podemos ver una imagen de la
Madre de Dios del siglo XVIII que se llevó allí desde la iglesia de Santiago, a la
que pertenecía (ahora pertenece a la de San Blas). Se la conoce como la Virgen
de los Mártires, aunque en su origen era una Virgen del Carmen.
Y llama la atención un precioso cuadro de San Sebastián
sobre el que se han escrito también numerosas mentiras e inexactitudes. En una
de las “ventanas” de Fernando García Morales se le atribuye a Rafael Lucenqui
su autoría; autores como José Antonio Ramos Rubio y Óscar de San Macario
Sánchez lo fechan en el siglo XVII, aunque esto no es cierto. Gracias a las investigaciones
de Serafín Martín Nieto, sabemos que se encargó al pintor sevillano Francisco
Tristán en 1861, por un valor de 510 reales y el marco se manda dorar en la
Casa de Su Alteza Real por 371 reales. Desde entonces reside, seguramente no en
las mejores condiciones, en la ermita para la que fue encargado.
El 17 de diciembre de 1861, Joaquín Carrasco recibe 180
reales para realizar el retablo en estuco. Así, rematada y bien terminada, el
20 de mayo de 1865 se bendice llevando, por fin, el San Sebastián en procesión
desde Santo Domingo. Esta imagen ya no está en la ermita y se presupone que
volvió a Santo Domingo, donde actualmente no se encuentra expuesta a la
vista, por lo que le hemos perdido el rastro.
La romería y el culto a los Santos Mártires se mantuvo,
aunque no con el fervor de siglos pasados, durante algún tiempo. Llegó un
momento que esta romería sólo se sostuvo por el desayuno gratuito que ofrecía
después de la misa la Delegación de Auxilio Social que tenía en las
inmediaciones su “Jardín Maternal”, aunque finalmente la fiesta se terminó por
perder.
En el año 1980, el teniente de Alcalde de Cáceres, Joaquín
Sánchez Tenorio, mandó rehabilitar la ermita y se propuso, junto con la
verdadera impulsora de la fiesta, Juanita Franco (fallecida en 2015), rescatar
del olvido esta tradición tan cacereña. Se mandó hacer una nueva imagen de San
Sebastián que se estrenó y bendijo en la festividad del año 1983.
Desde entonces se sigue celebrando cada año, a veces a pesar
el intenso frío, esta romería tan popular y con un sabor tan cacereño en el
Paseo Alto. No es la ermita más bonita de Cáceres, ni el Santo más valioso,
pero sí es una de las citas donde los cacereños nos sentimos más cacereños,
donde, aunque pocos, aún se ven trajes regionales, y donde podemos comer
floretas y coquillos, como los hacía la abuela. Hoy os he querido enseñar este precioso rincón de la ciudad, Al Detalle.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Derribo de la antigua ermita de los Mártires y la construcción de la nueva. Serafín Martín Nieto. Artículo publicado en mayo de 1995.
Las flechas y el báculo. Francisco Acedo. Publicado 08/10/2006
Estudio histórico-artístico de las ermitas y oratorios de la tierra de Cáceres. José Antonio Ramos Rubio y Óscar de San Macario Sánchez
El paseo del Rollo. Fernando Jiménez Berrocal. Publicado 08/03/2017
Ayuntamiento y familias cacerenses. HURTADO PEREZ, P.
Noticias históricas de Cáceres y monumentos de la antigüedad que conserva. Simón Benito Boxoyo.
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