En estos días en los que no podemos salir a pasear por la
parte antigua, ni rodar con la bici hasta algún paraje cercano, quiero
aprovechar para enseñaros algunos elementos que espero os gusten, y que tengo
en mi colección personal.
Dentro de un pequeño sobre amarillento y con las típicas
manchas del paso del tiempo, leemos: Vistas estereoscópicas de España, Cáceres
(1ª Serie). Colección núm. 161 de 15 fotografías 6x13. Cuando lo abrimos
encontramos 15 pequeñas cartulinas con “imágenes dobles” de nuestro Cáceres. La
estereoscopia es una técnica por la que se realizan dos imágenes similares,
pero ligeramente distintas, normalmente con una cámara con dos lentes, con las
que intentamos, sobre el plano, engañar al ojo ofreciéndole una información
parecida a la que recibe normalmente de los dos ojos. Nosotros vemos en 3D
cuando en la corteza visual de nuestro cerebro se procesan e interpretan dos
imágenes parecidas pero tomadas con una pequeña diferencia de ángulo, obtenidas
por cada uno de nuestros ojos. Al unirlas nuestro cerebro recrea volúmenes y
por eso vemos en tres dimensiones. Éstas se quedan solo en dos si simplemente
cerramos uno de los ojos.
Las imágenes estereoscópicas pretendían eso mismo, usando un
visor especial, le ofrecían a nuestra corteza visual dos tomas casi similares
de una escena determinada, para que nosotros mismos, en nuestro cerebro,
obráramos el milagro de la tridimensionalidad.
Este tipo de imágenes se pusieron muy de moda a finales del
siglo XIX y ya en España en 1910 se usaron con fines comerciales y turísticos.
Concretamente fue la colección El Turismo Práctico editado por Alberto Martín,
la que ofreció una imagen distinta de las riquezas monumentales de nuestro
país. Desgraciadamente de esa tirada, que sí sacó interesantes imágenes de
Cáceres, no he logrado encontrar ningún ejemplar disponible.
Años más tarde, en 1929, José Codina Torrás, un fotógrafo y
editor barcelonés, comenzó una nueva colección que es conocida como la
Colección Rellev. Es curioso el origen del nombre de la empresa, porque
originariamente iba a ser RELLEU que es relieve en catalán, pero por posibles
problemas prefiere optar por sustituir la U por una V; y más curioso es que en
1942 ya comienza a usar la palabra Relleu en catalán para su marca.
José Codina entre 1930 y 1941 publica un total de 175
colecciones, comenzando por lo que algunos llaman “los países catalanes”, a lo
que dedica gran parte de la colección, pero termina por abrir la mirada al
resto del territorio nacional. A Cáceres le tocó en el número 161.
No sabemos bien la fecha en la que se publicó la serie
dedicada a la ciudad, pero podemos sospechar que sería poco antes de comenzar
la guerra, cuando quita de los sobres el logotipo de la empresa y solo
aparecen, con muy pequeño tamaño, en el margen de las cartulinas interiores.
También lo podemos deducir porque hasta 1935 lo que comercializaba eran placas
de vidrio, creando desde aquel año la versión en papel con un precio de 3,5
pesetas. Las de cristal costaban 21 y las de película 14, y los aparatos para
el visionado hasta 30.
Antes de pasar a ver las imágenes de Cáceres, nos fijaremos
en quién vendió esta colección: fue la librería Bosch de Barcelona, fundada en
1889 por Agustín Bosch en la parte vieja de la ciudad, aunque en 1906 se
traslada a la Ronda de la Universidad, que es la dirección que aparece en el
sobre. Actualmente sigue funcionando a manos de la cuarta generación que
compagina la vertiente de librería con el trabajo editorial, siendo
especialistas en derecho, economía y empresa.
Pasemos a ver las imágenes de nuestra ciudad (usando la
denominación original):
Nº1. Plaza Mayor y torre de Bujaco. Destaca que aparece la
bandeja de la Plaza a la derecha y a muchos le sorprenderá la espadaña sobre la
torre de Bujaco que exponía a la “Diosa Ceres”.
Nº2. Arco de la Estrella. Aún se conservaban las
edificaciones que poseía alrededor y destaca en la casa de la derecha, la placa
conmemorativa del cuarto centenario de la muerte de la reina Isabel la Católica
que ahora vemos en la muralla a la derecha del arco.
Nº3. Arco de la Estrella. Vemos el arco desde dentro, y
llama la atención que la puerta del Palacio Episcopal que da a esa calle,
aparece tapiada. También podemos ver las antiguas barandillas de las escaleras
de acceso que, desgraciadamente ya no existen.
Nº4. Una calle típica. Concretamente es la Calle Zapatería y
en el fondo podemos apreciar la preciosa fuente que desgraciadamente también
desapareció.
Nº5. Casa Golfines. Destaca su enfoscado. Posteriormente
este recubrimiento se quitó, como en casi la totalidad de palacios, para dejar
la piedra a la vista, algo más acorde con los gustos actuales que con el estado
original de los edificios.
Nº6. Casa de los Ovando. Imagen de la casa de cuando el
escudo esgrafiado se encontraba en buenas condiciones. También observamos que
las pequeñas hornacinas de la puerta ya estaban vacías por aquellos años.
Nº7. Torre de los Espaderos. Existían aún las casas que posteriormente
fueron derribadas y que permitieron descubrir los lienzos de muralla originales
que ahora observamos en la plazoleta que se abrió.
Nº8. Un aspecto de las Murallas. Tomada desde la actual
Plaza del Conde de Canilleros, cerca de la puerta del Archivo Provincial,
pudiéndose ver la Torre de Bujaco desde la parte de atrás.
Nº9. Casa de los Solís. Lo primero que sorprende es que no
hay ningún coche aparcado, algo impensable en estos momentos. Por lo demás no
hay mucha más diferencia.
Nº10. Rincón de la Plaza de las Veletas. Vemos el lateral
del Palacio de las Cigüeñas ¡también sin coches! Tampoco aparecen los árboles
que actualmente vemos y destaca que en el edificio actual no existen esos
balcones y que las ventanas inferiores actualmente son cuadradas.
Nº11. Casa Conde Torre Mayoralgo. Aquí tenemos un ejemplo de
profundas modificaciones, porque esta casa en el año 1937 fue prácticamente
destruida en el bombardeo que la ciudad sufrió durante la Guerra Civil y la
casa se levantó sobre sus escombros como ya os he contado en otras entradas.
Nº12. Casa Señorial. La fachada del Palacio de las Cigüeñas
también ha sufrido importantes modificaciones. Para conocer la evolución de
este palacio os recomiendo leer El Palacio de los Cáceres-Ovando: un ejemplo pionero
de restauración en estilo en el conjunto monumental de Cáceres de María Jesús
Teixidó Domínguez.
Nº13. Casa Ovando. En la calle Adarve de Santa Ana, esta
casa casi no ha sufrido modificaciones externas, exceptuando la eliminación de
algún resto de esgrafiado.
Nº14. La iglesia de Santa María. Evidentemente aparece
lucida y echamos de menos la escultura de San Pedro de Alcántara que no se
colocaría en la esquina de la torre hasta el año 1954. Vemos también un
transformador de la luz en la parte derecha y que fue colocado ahí en 1924 y
retirado por los años 50. Vemos también cómo la casa de Los Duques de Valencia
poseía una única planta, cuando ahora tiene tres.
N15. Iglesia de Santa María. A la derecha vemos la esquina
del edificio de la Diputación antes de las profundas reformas que sufrió.
Espero que, aunque sea desde casa, hayáis disfrutado de este
paseo tanto espacial, como temporal, por nuestra parte antigua de Cáceres.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
SPANISH STEREOSCOPIC COMMERCIAL PHOTOGRAPHY IN THE 20TH CENTURY: “EL TURISMO PRÁCTICO” AND “RELLEV”. JUAN ANTONIO FERNÁNDEZ RIVERO, MARÍA TERESA GARCÍA BALLESTEROS
Esto me recuerda a mis años en la universidad donde visualizabamos las images satélites con un estetoscopio. Si eres de vista ágil, puedes formar la imagen estereoscópica sin necesidad de ningún elemento adicional, solo con tus ojos. Pon la imágenes en frente, regula la distancia focal y mirando fijamente con cada ojo en cada imagen se formará una imagen con profundidad, cuesta la primera vez, pero una vez entrenes el ojo salen solas.
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