Se acerca el día en que celebramos la fiesta dedicada a nuestro patrón San Jorge, y con ella, la definitiva batalla por la que Cáceres fue tomada por el Rey leonés Alfonso IX, y si atendemos a la tradicional leyenda, rememoramos también la intercesión del Santo Jorge para que en esa batalla se produjera la muerte del dragón que custodiaba la plaza de nuestra ciudad para “los moros”.
Este enfrentamiento durante siglos ha sido recreado mediante la quema de hogueras en los alrededores de la ciudad la noche del 22 de abril y con las controvertidas batallas de brevas, sin olvidar algunos actos religiosos y representación y escenificación que se hace desde el año 1951 como luego veremos.
Es curioso que se fundara una cofradía dedicada a San Jorge el 16 de abril de 1548 (más de 300 años después de la supuesta ayuda del bueno de San Jorge), y que tiempo después desapareciera y que ni tan siquiera se conserve en la ciudad una ermita con su advocación, quedando su presencia limitada a algunos retablos y tallas como ya os conté en dos entradas hace años. Sería importante recordar que la denominada ermita de San Jorge, tan conocida por sus frescos y derrumbes, fue bautizada así sin ninguna prueba para hacerlo.
La Cofradía se sigue referenciando en 1749 y en sus libros de actas se detalla la celebración de fiestas con corridas de toros y la ostentación del famoso pendón, del que también os hablé, Al Detalle, en otra entrada hace varios años.
Tras desaparecer la cofradía, seguramente a comienzos del siglo XIX y hasta los años 20 del pasado siglo, el festejo de esta fecha y su santo, quedó reducido a las hogueras, las batallas de brevas y a una misa, como atestigua la bibliografía, sabiendo que, por ejemplo, en 1906 costaron un total de 110 pesetas que iban a cargo del Ayuntamiento de la ciudad[1]. Esta dinámica debió de repetirse durante muchos años, según las referencias en la prensa[2] [3], y la referencia que hace a ellas D. Publio Hurtado[4]:
“… el 23 de abril tenía lugar la función cívico-religiosa de San Jorge, patrón de la villa. La víspera empezaba a festejarse al Santo con fogatas en calles y plazuelas, trabándose entre los muchachos recias batallas en que se utilizaban como proyectiles brevas maduras, simulando la lid habida el día de la reconquista de la plaza entre moros y cristianos. El Municipio el tal día, acompañado del alférez mayor, marqués de Camarena, portador del pendón de la villa, y de las personas de distinción que convidaba, acudía a la solemne fiesta que se decía en la parroquia de Santa María en Honor del Santo Patrón, pues la capilla del Ayuntamiento era pequeña y el altar y la escultura del gran mártir, como los griegos lo apellidaban, de escaso mérito”
Y contra lo que algunos han sostenido durante tiempo, ya en esos primeros años del pasado siglo, la famosa batalla de brevas estaba en verdadero retroceso y en peligro de desaparecer, según se entiende en un artículo publicado en el diario Nuevo Día del 12 de febrero de 1927[5] que denota el poco arraigo en Cáceres por las fiestas de los Mártires, Las candelas y la batalla de brevas en estos términos:
"Tarde de San Blas, mesa de las Candelas, tradiciones cacereñas casi perdidas como aquellas de asar castañas el Día de los Mártires en la sartén, de vestirse de máscaras el día de San Antón y de arrojar brevas maduras al celebrarse San Jorge abrir ¿Dónde fuisteis? "
De hecho, ese mismo 1927 solo se celebró la habitual misa por el día del patrón y los aspectos más populares ya mencionados. Cuando se hace un verdadero esfuerzo para potenciar el festejo es en 1929, con el séptimo centenario de la conquista de Cáceres para la cristiandad. Un grupo de ciudadanos, apoyado por los medios, le proponen al Ayuntamiento realizar una verdadera fiesta por el patrón de Cáceres, más allá de la misa, reivindicando la leyenda de la Reconquista, porque se afirma que: "el 99% de los cacereños desconocen en absoluto la epopeya de la conquista de la ciudad...")[6]. El Ayuntamiento toma nota y ese año se diseña un amplio programa.
Pero parece que la cosa no cuajó porque al año siguiente, de nuevo, la fiesta se limitó a la misa como informa la prensa local.[7]
Durante los años de la guerra, y algunos más después, otra vez se reducen los festejos a las brevas, las hogueras y la misa y la presentación del pendón. Por ejemplo, en 1938 se celebró la tradicional eucaristía a las 11:00h en Santa María con “la Corporación Municipal en pleno bajo maza”[8]. También sabemos que el 1939 el pendón fue portado por el Síndico del Ayuntamiento[9] tras el consentimiento que debía dar el Gobernador Militar al tener el preciado pendón “honores militares”.
Lo que resulta muy curioso de estos tristes años de la guerra y la postguerra es que la famosa Pastelería La Mallorquina, que estaba situada en la calle Ezponda 4, comercializase, y anunciase como uno de sus productos estrella, su especialidad, “Las yemas de San Jorge”[10]. Sería interesante rescatar la receta (que serán las típicas yemas que encontramos en otras ciudades) y comercializar un dulce relacionado con la más arraigada tradición cacereña.
Los años fueron pasando y poco a poco la fiesta tomó un carácter más alegre, parecido al de una romería hasta llegar el punto de la instalación de atracciones como podemos leer en los archivos del Ayuntamiento, así podemos encontrar el permiso que solicitó Robustiano Carnicero para instalar un tiovivo en la Avenida del Oeste por la romería de San Jorge en el año 1949.[11]
Y por fin llegamos a 1951, donde por intermediación del obispo Llopis Iborra, la fiesta incorpora el desfile de moros y cristianos en la que, además, se produce la quema de un dragón. Hemos de recordar que este obispo era natural de Alcoy, lugar en el que este tipo de desfiles son muy comunes y populares, y fue quién propuso hacer una representación parecida a la que él disfrutó desde pequeño en su localidad natal.
Fueron los jóvenes de Acción Católica los que se propusieron, y terminaron realizando, en 1951 esta primera cabalgata y desfile de Moros y Cristianos. aunque carecían de experiencia, parece que el resultado fue satisfactorio y que a la ciudad le gustó esta innovación. La prensa local se hizo eco del desfile de la siguiente manera[12]:
“Con extraordinario entusiasmo se celebraron todos los actos organizados por los jóvenes de Acción Católica cacereños en honor de San Jorge
La cabalgata de moros y cristianos fue un espectáculo de gran vistosidad y constituyó un éxito sin precedentes. Comenzaron el domingo los actos de la ciudad en honor de su patrón San Jorge. En muchas plazuelas y calles lucieron desde las primeras horas de la noche las tradicionales hogueras, viéndose este año con mayor profusión que los anteriores.
A las 21:30h se celebró la anunciada cabalgata de moros y cristianos, organizada por los jóvenes de Acción Católica, en la que los primeros daban guarida al espantable dragón que simbolizaba el error, y los segundos iban capitaneados por un caballero de la Cruz, en la que los espectadores veían la personificación espectacular del caballero San Jorge. Acompañaban el cortejo la Banda Municipal y la de música y cornetas y tambores del Regimiento.
Tanto a su paso por el itinerario anunciado, como en el momento del simulacro de combate en la plaza del General Mola, la movida acción de los jóvenes intérpretes de ambos bandos, fue seguida con verdadera expectación por el público, que en la plaza citada alcanzaba el número de varios millares de personas llenándola totalmente.
La luminotecnia, lograda con abundancia de cohetes, que en unas ocasiones simulaban un combate entre la Torre de Bujaco y el Ayuntamiento, y entre ambos puntos y las almenas de la antigua muralla, en otras, disparos entre las fuerzas contendientes, que al final servía para subrayar con luz y estruendo la derrota del dragón, que terminaba quemado en la hoguera, contribuyó en gran parte a la brillantez de los actos.
Esta primera salida de las comparsas de moros y cristianos con motivo de la fiesta de San Jorge, se puede ver una promesa firme de un espectáculo realmente admirable que es de suponer arraigue y se perfeccione en los años sucesivos”
 |
| Imagen obtenida de: La leyenda de San Jorge. Cáceres. Tradición, historia y mitología. Javier Alcalá Caldera, Enrique Barcia Mendo y José Rasero Machacón |
El desfile y la quema el dragón finalmente sí que arraigaron en nuestra ciudad y así llegamos a 1954 donde nos vamos a detener para conocer su programa de fiestas, Al Detalle, del que conservo un ejemplar original en mi pequeña colección particular. El dibujo de la portada es el mismo que el del año 1952 aunque con algunas diferencias cromáticas. pasamos hacer una descripción de los diferentes apartados qué contiene dicho programa.
Comienza con una pequeña entrevista de los editores del folleto a Don Andrés Calvo Bazán como miembro de la Junta Organizadora de las fiestas de San Jorge, seleccionado por el propio alcalde como el delegado de esta comisión de los Jóvenes de Acción Católica. Tras expresar su satisfacción por haber sido seleccionado para esta gran responsabilidad habla del futuro prometedor que las fiestas de San Jorge tienen en la ciudad y recalca la importancia que tendría la fundación de una cofradía dedicada a San Jorge, patrón de Cáceres.
También se hace una descripción y un recorrido histórico por las tradicionales hogueras de la noche del 22 de abril, relacionándolas con la batalla de Alfonso IX en aquel año de 1229, afirmando que en pleno siglo XX es importante que: "cuando el demonio quiera arrebatarnos la ciudad de nuestra gracia, encendemos urgentemente en nuestro corazón una gran hoguera de esperanza, un incendio desde, unas llamas crepitantes con un no rotundo al pecado. El señor que nunca falla vendrá en auxilio de sus hijos y será dueño absoluto de nuestro tímido corazón."
Los miembros de la comisión organizadora de las fiestas de San Jorge incluyen, además, una oración por la que el Excelentísimo Señor Don Manuel Llopis Iborra, Obispo de Coria-Cáceres, concede 100 días de indulgencias a cuántos rezasen devotamente la oración que ahora os muestro:
Aparece también una interesante reflexión titulada "Cáceres está en deuda" en la que se hace una reflexión sobre la inexistencia de una Cofradía al Santo patrono en la ciudad y la poca relevancia que en realidad éste tiene en nuestro día a día.
Y no podía faltar evidentemente, el programa de las fiestas de ese año, en los que se incluyen por ejemplo torneos de baloncesto, la Santa Misa, y cómo no, la cabalgata de moros y cristianos que salió el día 21 a las 8:30h de la tarde desde la Plaza de Toros en un recorrido circular por las calles de la ciudad. También hubo un torneo de balonmano, una emisión radiofónica de la leyenda de San Jorge, actuaciones de la Banda Municipal, una carrera ciclista, piñatas y chocolate y terminando el día 23, una procesión que salió a las 20:ooh con la imagen de San Jorge que partió de la iglesia de Santa María recorriendo el trayecto que desde “el Arco de la Estrella, General Mola, Generalísimo Franco, San Pedro, San Antón, avenida de España, avenida la Virgen de la Montaña para terminar en el sanatorio de San Jorge”. Ese año la celebración pasa al día 21 porque el día 22 se produce la Bajada de la Virgen de la Montaña a nuestra ciudad.
Y como ocurría en los todos estos programas, vemos que una gran parte de sus páginas está repleta de anuncios publicitarios que, aunque en la época podrían resultar excesivos y algo molestos, ahora nos resultan un testimonio impagable de la realidad de nuestra ciudad hace unos 70 años.
¿Y desde cuándo comienza a buscarse la famosa gallina de oro? Pues esta tradición es posterior y para encontrar su origen nos tenemos que remontar a 1976 y se la debemos al Centro de Iniciativas Turísticas en un intento de “recuperación y potenciación de la Fiesta de San Jorge, que en los años sesenta se había perdido definitivamente”[13]
Hoy solo he querido hacer un pequeño recorrido por la historia de las fiestas dedicadas al patrón de Cáceres, San Jorge en estos días que volvemos a festejar y a recordar la batalla que conllevó a la reconquista definitiva de nuestra ciudad, y os he querido mostrar, Al Detalle, el programa de fiestas del año 1954
[1] Boletín oficial de la provincia de Cáceres: Número 148 - 1906 junio 21
[2] El noticiero: diario de Cáceres: Año IX Número 2361 - 1911 abril 17
[3] La montaña: diario de Cáceres: Año X Número 2560 - 1925 abril 22
[4] Recuerdos Cacereños del siglo XIX. Publio Hurtado
[5] Nuevo día: Diario de la Provincia de Cáceres: Año II Número 132 - 1927 febrero 02
[6] Nuevo día: Diario de la Provincia de Cáceres: Año IV Número 802 - 1929 abril 04
[7] Nuevo día: Diario de la Provincia de Cáceres: Año V Número 1124 - 1930 abril 23
[8] La Falange: Diario de la tarde. Órgano en Extremadura de Falange Española de las J.O.N.S: Año III Número 191 - 1938 abril 25
[9] La Falange: Diario de la tarde. Órgano en Extremadura de Falange Española de las J.O.N.S: Año IV Número 243 - 1939 abril 24
[10] La Falange: Diario de la tarde. Órgano en Extremadura de Falange Española de las J.O.N.S: Año I Número 1 - 1936 agosto 31
[11] Archivo Histórico Municipal de Cáceres. ES.10037.AHMCC 20/139 EXPEDIENTE 35
[12] Boletín del Consejo Diocesano de los Jóvenes de Acción Católica de Coria (Cáceres). Mayo de 1951
[13] Nuestra ciudad ayer y hoy. José María Parra Talavero. Los Misterios de Cáceres. Cámara de Comercio e Industria de Cáceres. 1998
Comentarios
Publicar un comentario