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Mostrando las entradas etiquetadas como esgrafiados

MÁS CONVENTOS DE COLORES

Hace ya muchos meses os enseñaba los restos de la decoración original de La Enfermería de San Antonio, lo que todos conocemos como El Covento de las Jerónimas. Hoy voy a mostraros otro convento cercano en el que podemos descubrir, si miramos AL DETALLE, restos del grabado de una balaustrada en el lucido de su fachada, y que sin lugar a dudas, estaría mucho más policromado originalmente. La moda de mostrar la piedra en palacios e iglesias es relativamente reciente. Lo habitual era que los muros aparecieran "lucidos", estofados, con esgrafiados normalmente policromados, que representaban elementos arquitectónicos o figuras geométricas. De aquellos "adornos" casi no nos ha llegado nada porque se "limpiaron" las fachadas para mostrar la piedra, cosa que durante siglos fue considerado como signo de pobreza y de casas y barrios humildes. Si nos fijamos en el Convento de "Las Claras", a la derecha de la espadaña y bajo la celosía po

UN OSO, UNA CIGÜEÑA Y UNA BOTELLA DE ANÍS EN NUESTROS MUROS

En una de las primeras entradas del blog, publicada el 12 de septiembre de 2014, os enseñaba una serie de esgrafiados curiosos que podemos encontrar en la ciudad antigua. Ahora os quiero enseñar algunos más que no dejan de ser sorprendentes por lo que representan y sobre todo por el lugar que aparecen: el muro de un convento. Para verlos nos tenemos que ir a las traseras de la Enfermería de San Antonio, lo que es ahora el Convento de las Jerónimas, en el precioso rincón que forma el adarve del Padre Rosalío. Si levantamos la mirada vemos que hay un muro lucido con varios esgrafiados fechados en 1946, y donde podemos ver, como os enseñé en el anterior post, la cabeza de un burro, un pájaro, peces, o una vaca con su “Dolón Dolón” incluido. Pero hace unos días, en uno de mis paseos habituales, reparé en que había otros dibujos, aunque más pequeños y deteriorados. Me fui por la cámara y usando el zoom descubrí la cabeza de una cigüeña, la cabeza de lo que parece un &quo

VISITANDO A UN VIEJO CONOCIDO. PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO.

Habré pasado, como mucho de vosotros, cientos de veces por la N-630, camino de Mérida, y más recientemente por la A-66. Antes de llegar a Aldea del Cano, frente al Castillo de Garabato, se levantaba un viejo y muerto eucalipto junto a una pequeña puerta de una cerca derruida, una charca y unas pilas. La zona estaba plagada de nidos de cigüeñas y cada vez que veía esa estampa me parecía una preciosidad. Un acúmulo de casualidades y ruinas que sin quererlo formaban una imagen evocadora, intensamente decadente y bella. En esas innumerables veces que pasaba frente a este lugar me decía a mi mismo: "tienes que ir a verlo en persona y hacer unas fotos", pero nunca lo hice, nunca me paré, porque en mi mente, de forma subconsciente, consideraba esa imagen como eterna.  Hace algo más de un año, la imagen cambió, según me aproximaba por la carretera noté que la silueta del majestuoso esqueleto vegetal del eucalipto no estaba y se cumplieron todos los peores presagi

INSCRIPCIONES ALMOHADES EN LA TORRE DE LOS POZOS III

Hace unas semanas os enseñe, en dos artículos distintos, las inscripciones almohades que pueden aún verse en la Torre de los Pozos, pero se me había pasado por alto un pequeño DETALLE que sólo es visible cuando uno aplica el zoom de la cámara y se fija con detenimiento. En la primera hilada y la mitad inferior de la segunda del frente norte, y recorriendo el límite entre la obra encofrada y la mampostería, aparecen dos cintas que a media altura de la primera se entrelazan formando un nudo. Las líneas que definen los motivos fueron incisas cuando el mortero se hallaba todavía fresco. Parece ser que al ejecutarse, se obvió el trazado del segmento central del nudo, que, completado, sería similar a otros repetidos continuamente en elementos ornamentales almohades. Realmente la presencia de estas inscripciones en la torre, y la ausencia de estos elementos en el resto de las que existen en la ciudad antigua, hace pensar en un tratamiento distintivo a  la misma y apoya la

LAS CARABELAS DE COLÓN ESTÁN EN CÁCERES

Mirar con detenimiento cada rincón de la ciudad monumental y alrededores te puede llevar a descubrir DETALLES curiosos y simpáticos. En la Calle Caleros, una de las calles con más tradición de la ciudad, existe un pequeño y moderno esgrafiado, muy bien hecho, medio escondido, en el que se recrean las tres carabelas de colón surcando un mar embravecido. Seguramente el dibujo no tenga más que unos pocos años, pero es de esas cosas que divierte descubrir en un paseo por la ciudad antigua. Así es que ya saben, nada de buscar los barcos de Colón en las profundidades, los tenemos a buen recaudo en una pequeña fachada de Cáceres. 

INSCRIPCIONES ALMOHADES EN LA TORRE DE LOS POZOS II

Ayer os mostraba en otro artículo inscripciones que pueden verse en la parte frontal de la torre de los pozos, y quise dejar para hoy la que aparece en el lateral que da a la zona ajardinada, que es sin duda la más importante de todas.  Está inscrita dentro de una cartela de 40 cm de alto por 50 cm de ancho aproximadamente. Consta de tres trazos situados a la misma altura y un cuarto ligeramente más elevado que monta sobre el límite izquierdo de la cartela. Tanto los caracteres cúficos, como las formas decorativas situadas debajo de aquella, están ejecutadas al igual que las estrellas, con cintas de mortero de cal. Según la Dra. María Antonia Martínez Núñez, el primer término formado por tres trazos  podría ser interpretado como Allah (“Dios”), al que le faltaría un grafema inicial (lam), o también  como inna-hu (“Ciertamente Él”). En cuanto al trazo aislado ubicado en un nivel ligeramente superior podría corresponder al comienzo de la expresión rabbu-na (“nuestro Señor”),
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