Ayer os mostraba en otro artículo inscripciones que pueden verse en la parte frontal de la torre de los pozos, y quise dejar para hoy la que aparece en el lateral que da a la zona ajardinada, que es sin duda la más importante de todas. Está inscrita dentro de una cartela de 40 cm de alto por 50 cm de ancho aproximadamente. Consta de tres trazos situados a la misma altura y un cuarto ligeramente más elevado que monta sobre el límite izquierdo de la cartela. Tanto los caracteres cúficos, como las formas decorativas situadas debajo de aquella, están ejecutadas al igual que las estrellas, con cintas de mortero de cal.
Según la Dra. María Antonia Martínez Núñez, el primer término formado por tres trazos podría ser interpretado como Allah (“Dios”), al que le faltaría un grafema inicial (lam), o también como inna-hu (“Ciertamente Él”). En cuanto al trazo aislado ubicado en un nivel ligeramente superior podría corresponder al comienzo de la expresión rabbu-na (“nuestro Señor”), lo que implicaría que se ha perdido la última parte de esa expresión. Así, la lectura y traducción podría ser: Allah ra[bbu-na] (“Dios es nuestro Señor”) o inna-hu ra[bbu-na] (“Ciertamente Él es nuestro Señor”). La primera posibilidad, a pesar de la falta de un grafema, es la más aceptable, pues está ampliamente documentada en el mundo almohade como vemos en sus típicas acuñaciones en plata. En cualquier caso, las dos versiones vienen a expresar un mismo concepto afín.
Se considera que el elogio a dios podría haber continuado en la otra cara de la torre, a la misma altura. Desgraciadamente no se ha conservado y esta idea queda como mera especulación. Os invito a fijaros en estos preciosos DETALLES de ocho siglos y que ha visto pasar los últimos 800-900 años de nuestra historia.
BIBLIOGAFRÍA CONSULTADA:
La muralla almohade de Cáceres: aspectos constructivos, formales y funcionales Samuel Márquez Bueno y Pedro Gurriarán Daza
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