A poco más de 4 Km. del centro de
Cáceres, encajonadas entre dos carreteras, la A-66 y la EX100 (carretera de
Badajoz), encontramos unas interesantes ruinas en la finca de “La Corchuela”
(polígono 25, parcela 1780, clase rústica, uso 100% agrario de una extensión de
138304m2, según datos catastrales).
Se distinguen, al menos, tres
grandes zahúrdas y dos edificaciones que debieron usarse como vivienda. Uno de
ellos conserva el característico banco corrido en la entrada, muy típico en
este tipo de construcción rústica. En la zahúrda situada más al norte, hay
comederos modernos para alimentar a las vacas que pasean por la zona y que me
miran entre asombro y desconfianza. El uso de esta zona está vinculado a la
casa a la que pertenece: La Corchuela, situada como a 1,5Km. A medio camino
encontramos un precioso pozo que ya os mostré hace meses.
El Palacio de La Corchuela
(actualmente en obras y que espero enseñaros pronto) data del siglo XV y
durante varios siglos fue un lugar muy próspero. De esta finca habla Boxoyo en
su libro escrito en el siglo XVIII:
“La casa de campo llamada
Corchuela, dista media legua de Cáceres, bajo de muro de mucha extensión está
un Coto con Real Privilegio; es propio de los Cavalleros Golfines de esta
Villa; tiene huerta, Olivares, charca con pesca, Conejos, y una hermosa
arboleda de Almendros y Acebuches; de éstos últimos se ingieren todos los años
mucho número de Olivos, varios espinos en Perales, que con un dilatado plantío
de buenas Parras, será dentro de pocos años una posesión muy útil y deliciosa;
tiene buena casa con Capilla pública”
De aquellas viejas glorias queda la
casa, un olivar… y poco más, pero debió de ser esta zona muy rica y llena de
cultivos, ganado… Restos de este esplendor perdido son estas ruinas que hoy os
he querido enseñar AL DETALLE.
P.D. El dibujo es un intento no muy acertado de recuperar la afición de dibujar. Prometo seguir practicando
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