Las cruces
no aparecen sólo en nuestras iglesias en los campanarios, espadañas, canecillos
o de forma “oficial”, sino que hay otras más humildes, sencillas y nacidas del
propio pueblo y no del diseño de algún arquitecto o cantero. Cruces
nacidas como la manifestación popular de
la religiosidad, grabadas como un espontáneo vítore de alabanza. Pondremos en
foco en las que podemos ver en la Iglesia de San Juan de los Ovejeros de
Cáceres, aunque trataremos los aspectos principales de forma general,
aplicables a las que aparecen en el resto de las iglesias.
TIPOLOGÍA Y UBICACIÓN
En general
estos graffitis ubicados en la arquitectura sagrada, se realizaban para ser
observadas en ciertas condiciones de visibilidad, característica que comparten
con las cruces del ámbito doméstico. Pueden aparecer en los muros (normalmente
en el lado del Evangelio), en el interior del templo, o como en el caso que nos
ocupa hoy, en las jambas de las puertas de entrada de ambos lados, siendo más
numerosas en el lado de la Epístola. Se sitúan entre el medio metro y metro y
medio de altura. Más abundantes en el lado derecho de la puerta donde se
distinguen fácilmente 5 cruces, y alguna otra de la que no estoy seguro,
mientras que en el lado izquierdo se aprecian dos con bastante dificultad. Por otro lado, en el muro del Evangelio, en el lado derecho vemos dos y una sola en el lado izquierdo. Fueron raspadas o repiqueteadas en el granito sencillas cruces latinas con
bastante poca pericia y sin medidas precisas. En esta iglesia las cruces
carecen de base.
En el lado de la Epístola (trasera) encontramos (retocadas con la herramienta de sobreexponer de photoshop)
En el lado del Evangelio (entrada) encontramos (retocadas con la herramienta de sobreexponer de photoshop)
CRONOLOGÍA
Se acepta comúnmente
que grabar cruces en lugares específicos
es algo típico de época medieval y moderna, aunque en claro retroceso ya
a finales del siglo XVI (Fernández y Lamalfa, 2005). Desgraciadamente estas
marcas no aparecen fechadas, por lo que su cronología debe ser deducida de
forma indirecta o por la época de su soporte. Actualmente se ha instalado un
fuerte consenso que considera que los graffitis de este tipo se enmarcan en un
amplísimo abanico cronológico que va desde el medievo a épocas relativamente
recientes. Para ser lo más riguroso posible, no me atrevo a estimar la época en
la que fueron grabadas, además, es casi seguro, que al haber tantas cruces en
esta iglesia corresponden a épocas y motivaciones distintas.
INTERPRETACIÓN
Estas
cruces llamadas en la bibliografía “GRAFFITIS POPULARES” (Cruz. 2011), nacen de
la necesidad de transmitir por parte de la clase iletrada ciertos estados de
ánimo, o dejar constancia de ciertas acciones dentro del marco de las
relaciones sociales, o como parte de algún ritual sagrado.
Como
símbolo de “la señal de Cristo”, algunos autores consideran que se situaban en
la puerta de las iglesias para que sobre ellas se realizara en gesto de
persignarse. Existen iglesias en las que se colocaron soportes específicos con
cruces grabadas con este fin. También aparece en la bibliografía otro origen, y
que apunta más a la función protectora
de la cruz relacionada con prácticas devotas que van desde las romerías a la
Semana Santa, Ciclos de Rogativas o Novenas.
Los templos
fueron, además, el lugar donde se realizaban los enterramientos hasta la
pragmática de Carlos III. En las traseras de San Juan se situaba un cementerio
como se lee grabado en uno de sus sillares y que ya os mostré AL DETALLE hace
tiempo. Cuando los cementerios se saturaban se exhumaban los restos y se
concentraban en fosas comunes que eran marcadas con una cruz. En este caso es
casi seguro que la función de estas cruces no era esa, ya que se solían
acompañar de otros elementos y no solían estar en las puertas. Pero podrían
responder a la costumbre que se extendió entre el siglo XVI y XVII de marcar
con el símbolo de la Santa Cruz lugares
donde debía extremarse la pulcritud, prohibiéndose con esta señal
arrojar basuras, escupir o hacer las necesidades. De esta manera se marcaría la
entrada de la Iglesia como un lugar que debía permanecer limpio, libre de toda
clase de inmundicias. Aunque en mi modesta opinión creo que esta no era la
función de las cruces de las que tratamos hoy, os quiero enseñar un documento
del Obispado de Lugo y Orense, fechado en 1622 para que nos hagamos una idea
del problema que llegó a ser:
Que no se pinten, ni esculpan Cruzes en el suelo ni en
los rincones. Porque de la costumbre que hay de poner ó pintar Cruzes en los rincones,
portales y paredes de las Iglesias de la parte de afuera, y de algunas calles y
casas, por evitar que en aquellas partes no se echen inmundicias, por la
veneración que les deben tener, no solo no se consigue el fin que se pretendía,
más se da ocasión a mayor irreverencia y desacato de tan sancta insignia;
ordenamos y mandamos en virtud de Sancta Obediencia, y so pena de excomunión mayor
y otras penas a nuestro arbitrio, que ninguna persona ponga Cruzes de bulto, ni
pintadas en las dichas partes y lugares para el mismo efecto; y si las quieren
poner por su devoción, estén levantadas más de un estado [7 pies = 2 metros] de
la superficie del suelo. Yo so la dicha pena mandamos que las Cruzes e Imágenes
que estuvieren puestas en las dichas paredes, se quiten dentro de un mes.
Así es que
de cierto no puedo aventurarme a fijar una fecha (o fechas) en las que estas
cruces fueron grabadas, mucho menos señalar quién las realizó (o quienes las
realizaron), y mucho menos aún su función (o funciones), pero quería hoy
proponer más preguntas que respuestas y aprovechar para enseñaros estas pequeñas cruces, AL
DETALLE.
BIBLIOGRAFÍA
CONSULTADA
ANÁLISIS Y
SIGNIFICADO DE LA CRUZ EN LA CULTURA POPULAR DEL OCCIDENTE SALMANTINO: EL
ABADENGO. Pedro Javier Cruz Sánchez.
Manifestaciones rupestres de época histórica en el entorno de la cabecera
del Ebro. Fernández Ibáñez y Lamalfa Díaz.
Historia de la Cruz y del Crucifijo (su morfología). Sanz A.
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