A
muchos les habrá llamado la atención, y a muchos les habrá pasado inadvertida,
a los mismos a los quizá, les resultará indiferente. A pesar de todo eso,
existir existe, estar está. Os voy a hablar hoy AL DETALLE de una escultura
situada en la confluencia de la Avenida de España (Cánovas) y la calle Gómez
Becerra. Fue realizada por el profesor de dibujo D. Gustavo Castaño Velayos,
que ejerció la docencia en los Licenciados Reunidos y en la Escuela de Maestría
Industrial, lo que luego fue el García Téllez, cuando éste se situaba en la
actual escuela de idiomas. En la imagen obtenida en la web “fotos antiguas de
Cáceres”, vemos a D. Gustavo; es el primero de los profesores que se encuentran
de pie, mirando desde la derecha. En septiembre de 2008 falleció en nuestra
ciudad.
La
escultura representa una figura humana en actitud reflexiva y fue de las
primeras obras de tipo conceptual que se colocaron en nuestra ciudad. En 1980
el artista la donó al consistorio con motivo de la festividad de San Jorge, y
desde entonces es testigo de chapa y hormigón del devenir de esta pequeña capital de provincia, que
tanto ha cambiado en estos casi 37 años… y no siempre para bien.
Sobre
un basamento de hormigón en forma de pajarita zigzagueante se apoya la
estructura de chapa con elementos rugosos superficiales que reflejan los
pensamientos, ideas y sentimientos de aquella persona que toma un momento de su
vida para reflexionar, alejado de soflamas repetidas y eslóganes clónicos. Y yo
ahora me pregunto ¿Qué pensará el pensador sobre que nadie piense en pensar que
su pensamiento está rodeado de basura? Pues el pensamiento del pensador será
pensar en que es él de los pocos que ejercen ese sano ejercicio en esta ingrata
ciudad. Su belleza será discutible, o no, pero lo claro es que el lugar que
ocupa no es adecuado, ni siquiera digno, me atrevería a decir. Pero
claro, de una ciudad que consiente que la escultura de Muños Chaves lleve dos
años destrozada, no podemos esperar la sensibilidad suficiente como para que a
este pensador le regalen una ubicación más adecuada, más digna… mejor dicho,
una ubicación adecuada y digna.
Espero que la próxima vez paséis por delante de
ella os ayude a pensar, a reflexionar, o al menos, a reconocer un pequeño
fragmento de la actividad artística y cultural del pasado reciente de la
ciudad.
Se volvió loco cuando su mujer la dejó, se echo en brazos de la bebida y acudía a clases borracho. Muchas veces no iba ni a clase, yo fui un alumno más. Durmió durante un tiempo en la entrada al edificio donde donde daba clases de dibujo técnico(FP). No sabía que había muerto.
ResponderEliminar