Hoy os traigo una de esas entradas
que pretenden cuestionar, o incluso corregir, informaciones que se repiten en
libros y webs sobre Cáceres, pero de las que si empiezas a tirar del hilo, no
encuentras el fundamento o la prueba documental que las avale, y por el
contrario, aparecen indicios claros que apuntan en una dirección completamente
distinta a esa “incuestionable” realidad hasta la fecha. No es nada raro en la intrahistoria de
la ciudad de Cáceres, que en las publicaciones que de ella tratan, aparezcan
datos clonados y erróneos que terminan por afianzarse como irrefutables pruebas
aunque carezcan de una base histórica real o documental.
Iglesia antes del derrumbe |
Hoy vamos a hablar de la talla de
la Virgen de la Esclarecida de la iglesia de Santiago el Mayor. Si buscamos
información sobre ella hay una unanimidad (incluido este blog) en que se trata
de la misma Virgen de la Esclarecida, titular de la Iglesia del despoblado de Zamarrillas. Buscando los datos referidos a la posible
llevada de ésta a Cáceres, sólo sabemos que en el inventario realizado por el
obispo don Luis de Salcedo y Azcona[1],
sobre los bienes de la diócesis de Coria a comienzos del siglo XVIII tras la
Guerra de Sucesión; en el templo de Zamarrillas se describe la existencia de
una Virgen de la Esclarecida en uno de los retablos laterales. En el
interrogatorio de la Real Audiencia de 1791 se dice[2]: "La
yglesia parroquial se halla antes de entrar al pueblo caminando a él desde
Cáceres, en buena situación, es de una
nave de arquitectura gótica, en su altar mayor se venera a Nuestra Señora con
el título de la Esclarecida, cuya fiesta
se celebra el día de la Purificación”. Y ya en un informe realizado en 1909
por Alfredo Villegas[3]
se describe la Iglesia como abandonada y reconvertida en cuadra. Muy
posiblemente este abandono ocurrió en alguna de las desamortizaciones de la
primera mitad del siglo XIX.
Y antes de continuar con las
fuentes documentales, vamos a describir la talla que desde no hace mucho ha
pasado a estar a los pies de Cristo de las Indulgencias y que ha sido
restaurada muy acertadamente no hace demasiado, afortunadamente, porque posiblemente
se trata de una imagen de finales del siglo XV y que se encontraba en unas
condiciones malísimas. Se trata de una Virgen de madera policromada, que mide
poco más de un metro si no tenemos en cuenta la peana que se añadió
posteriormente bajo la original que es de muy baja altura y de forma hexagonal.
La Virgen lleva túnica, manto y unos
zapatos de punta redondeada. Llama la
atención el cinturón que se ciñe al talle en una posición muy elevada, algo
característico de las tallas medievales tardías, aunque los detalles de los
pliegues que genera son arcaizantes. El pelo le cae por la espalda y los
hombros y enmarca el óvalo que forma la cara,
algo que también es muy característico de las imágenes de finales del
siglo XV. Lo mismo le ocurre al escote
cuadrado de la túnica de factura muy simple y que deja al descubierto la tela
de la gorguera o de la camisa. La mano
derecha la tiene rota y en ella posiblemente sostendría un objeto como una
fruta o una flor. El niño lo tiene sujeto con el brazo izquierdo.[4]
El niño aparece completamente
desnudo, en una posición muy dinámica y adelantada respecto a la de su
madre. Con su mano derecha agarra el
pecho desnudo de la Virgen, algo no demasiado frecuente, ya que cuando aparece
la imagen desnuda del torso de la Virgen, es porque aparece amamantando a su
hijo, iconografía mucho más habitual que la que encontramos en esta talla
cacereña. Con la mano izquierda agarra un pequeño ave, una representación común que ha tenido
diversas interpretaciones a lo largo de los siglos. Una de ellas es que hace
referencia a un pasaje de algunos evangelios apócrifos como el Evangelio árabe
de la infancia, el de Pseudo-Mateo o el de Santo Tomás, que describe como un
Jesús Niño modeló un pajarillo de barro que terminó cobrando vida. También se
ha sugerido que el pájaro representa el alma de un pecador que huye, vuela de
sus perseguidores y únicamente encuentra el perdón y el descanso entre las
manos del Niño Jesús. En el caso de la talla cacereña parece ser que la avecilla
es un pichón, por lo que podría representar al Espíritu Santo y con ello la
figura de Cristo-Jesús en el pequeño niño.
Ahora que hemos conocido un poco más la imagen de la que estamos tratando, busquemos documentos que no hablen de esta talla en la iglesia de Santiago el Mayor (que no de los Caballeros; eso fue una invención de Floriano Cumbreño que ha calado también en los libros de nuestra ciudad). Para ello nos vamos a fijar en las referencias que se hacen a la capilla de los Guzmanes, que es donde se ha alojado tradicionalmente esta talla y que según algunos autores sería su ubicación original tras la construcción de la misma a principios del siglo XVI, como ahora veremos.
No tenemos por tanto una
documentación que nos certifique que dicha Virgen acabara en Cáceres o que no
lo hiciera… pero ¿por qué me atrevo a
decir que no es la misma imagen que la de Zamarrillas? Pues las referencias
realmente son posteriores a su supuesto traslado, no obstante, vamos a repasar
la bibliografía:
En 1915, Antonio Floriano Cumbreño publica un libro como regalo al nuncio apostólico, el Monseñor Ragonesi, el Delegado Pontificio de Benedicto XV, en la visita que hizo a la ciudad en noviembre de ese 1915. En dicho librillo[7], Floriano Cumbreño describe, hablando de las capillas laterales del altar mayor de la iglesia de Santiago: “... la de las Ánimas pertenecía a los Guzmanes que la fundaron con el título de Nuestra Señora de Esclarecida, cuya efigie, preciosísima estatuilla del siglo XV, está en la parte superior del retablo en una munsela y teniendo a sus lados las efigies de San Vito y San Benito”. Si hacemos caso a don Antonio, la capilla se fundó con la advocación de la Esclarecida, por lo que ésta llevaría en dicho templo desde el siglo XVI. Lo curioso es que en la obra que dedica, de nuevo, a Santiago en 1918, no menciona ni las capillas ni la talla de la Virgen.[8]
Es Publio Hurtado en su libro de
1918 el que nos cuenta[9] que “por testamento de once de enero de 1525,
el presbítero don Juan Alonso de Guzmán manda levantar la capilla conocida como
de los Guzmanes dejando el encargo a su sobrino Jerónimo Holguín, que está
enterrado en dicha capilla junto a su esposa Juana Pérez Becerra y su hija
Isabel García Holguín”
Por su parte Mélida, en su famoso
catálogo de 1924[10], no nos da datos que nos sirvan para
esclarecer este misterio: “imagen de la
Virgen con el Niño, en pie, de talla policromada, obra del siglo XV,
aparece entre las figuras de San Vito y San Benito en el retablo de la Capilla
de las Ánimas, fundada por los Guzmanes, y que es la colateral del Evangelio”.
Y llegamos a la impresionante e imprescindible obra de Floriano Javier García Mogollón, dedicada a las imágenes medievales de la provincia de Cáceres[11], y tras la descripción en las que nos hemos basado en esta entrada, concluye que posiblemente la talla fue encargada a algún artista local a finales del siglo XV por don Juan Alonso de Guzmán y al fallecer pasó a presidir la capilla que mandó edificar para su propia sepultura en la iglesia de Santiago.
¿Tenemos alguna prueba
concluyente? Pues no, pero sí algunos indicios
y las conclusiones de verdaderos expertos que consideran que la talla de
Santiago no es la de Zamarrillas. Yo me planté en Torreorgaz porque alguien me
dijo que la Virgen de la Esclarecida de Zamarrillas había acabado allí y me
contaron que durante años se conservaban de ella solo las manos y la cara y que
la terminaron por vestir y que ya no estaba en la sacristía en la que había
pasado tantos años y no me pudieron dar más detalles. Consultado a un verdadero experto de la
historia cacereña y de la iglesia de Santiago, D. Serafín Martín Nieto, me cuenta que la dueña de Zamarrillas le
confirmó hace muchos años que la talla de esta iglesia fue cedida a la iglesia
parroquial de Torreorgaz. Era una talla de vestir de la que solo quedaban las
partes talladas y que el propio Serafín pudo fotografiar, espero poder mostrar
dichas imágenes muy pronto. Ésto concuerda,
punto por punto, con la información que yo he recibido en el propio
pueblo, donde me indican que la Virgen
ya está en otras dependencias de la parroquia pero no en la propia
Iglesia, siéndome imposible localizarla
hasta estos momentos. Por lo tanto
tenemos razones de peso para poder afirmar que la Virgen de la Esclarecida que
podemos contemplar actualmente a los pies de Cristo de las Indulgencias de la
iglesia de Santiago el Mayor de Cáceres, no es la Virgen de la Esclarecida
titular de la Iglesia del despoblado de Zamarrillas y que ésta acabó en la
iglesia parroquial de Torreorgaz,
desmontando de esta manera la información no documentada que se ha ido
propagando por libros y webs sobre la historia de Cáceres, siendo este mismo blog uno de los que cayó en
el engaño de dicha información, y para subsanar este error he querido escribir
esta entrada y enseñaros la historia de la
Virgen de la Esclarecida de la iglesia de Santiago, Al Detalle.
[1] Torres-Pérez,
J.M. (José María). "Inventario artístico de la visita realizada por el
Obispo D. Luis de Salcedo y Azcona a la diócesis de Coria: (1713-1716)". :
J.M. Torres, 1988
[2] Interrogatorio
de la Real Audiencia: Extremadura a finales de los tiempos modernos. 1ª. ed.;
1993-1996.
[3] Villegas,
A. Nuevo Libro de Yerbas de Cáceres. 1909.
[4]
Imaginería medieval extremeña. Esculturas de la Virgen María en la Provincia de
Cáceres. Florencia Javier García Mogollón. Editorial Extremadura. 1987.
[5] Noticias
históricas de Cáceres y monumentos de la antigüedad que conserva. Simón Benito
Boxoyo. 1794
[6] Diccionario
geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar. Madoz,
Pascual, 1806-1870.
[7] La
Iglesia de Santiago de los Caballeros de Cáceres. Descripción
histórico-artística por el Dr. Antonio C. Floriano. 1915
[8] La
Iglesia de Santiago de los Caballeros de Cáceres y el escultor Alonso
Berruguete (historia documental). Cáceres 1918
[9] Ayuntamiento
y familias cacerenses. Hurtado, Publio. 1918
[10] Catálogo
monumental y artístico de la provincia de Cáceres. José Ramón Mélida. (1914-1918)
[11] Imaginería
medieval extremeña. Esculturas de la Virgen María en la Provincia de Cáceres.
Florencia Javier García Mogollón. Editorial Extremadura. 1987.
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