Después de escribir varias entradas de lugares cercanos a Cáceres, volvemos a la ciudad, aunque sea extramuros. Nos vamos a fijar en la iglesia de Santiago, para mi la más impresionante e interesante iglesia de las que disfrutamos en Cáceres. Hoy no hablaremos de las evidencias de su origen del siglo XII aún visibles, ni de los signos de la obra inconclusa que es, ni de sus deteriorados frescos ni de la virgen que se sitúa a la izquierda del altar, que ya trataré en otra ocasión, hoy nos fijaremos en un detallito que pasa desapercibido para la mayoría: SU CHIMENEA. Para los que somos de aquí de toda la vida no llama la atención, pero si uno se para a pensar, la existencia de una chimenea en una iglesia es poco común, aunque no algo único. Si además pensamos que es la chimenea de UNA COCINA, el tema se pone más interesante.
Cáceres se sitúa en la vía de la Plata y en el Camino del Santiago que la recorre y esta iglesia hasta el siglo XVII y quizá el principio del XVIII, era un centro de recepción de peregrinos. Parada obligada para los caminantes que pasaban por la ciudad. Varias son las marcas que atestiguan su función de "fin de etapa" del camino, las típicas conchas, la VIEIRAS que siguen siendo símbolo del camino, o el cordón Hospitalario, que marcaba puntos donde se atendía a los transeúntes. Además, en "La Puerta de los Peregrinos" podemos ver una figura, bastante infantil, que quiere representar a un peregrino o incluso al Apóstol, con toda la iconografía típica, datada en el siglo XIII.
Otro signo muy significativo es la impresionante verja que cierra la capilla Mayor del templo, separación física del lugar de hospedaje y el lugar del culto del templo, construida en el siglo XVI por Francisco Núñez. Las ceremonias religiosas se realizaban en el espacio existente entre el cerramiento y el altar, estando el resto del templo exento de mobiliario sirviendo para la estancia y pernoctación de los peregrinos que incluso entraban con sus bestias a pasar la noche en el templo.
Para darle algo caliente a los peregrinos existía una cocina, y esta cocina tenía una chimenea, que es la que podemos ver en el exterior del templo actualmente.En el siglo XVIII se remodela el sotocoro y la cocina desaparece para construir en su lugar la capilla bautismal quedando cómo único testimonio de su antiguo uso LA CHIMENEA.
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