Vuelvo a retomar el apartado de las PAREIDOLIAS, que como ya os conté en otro artículo, es un
fenómeno psicológico donde un estímulo vago y aleatorio (habitualmente una
imagen) es percibido erróneamente como una forma reconocible. Una explicación
de este fenómeno, conforme al funcionamiento del cerebro, fue descrito por Jeff
Hawkins en su teoría de memoria-predicción.
Hoy nos acercamos a las traseras del Obispado, al adarve
Obispo Álvarez de Castro, y si miramos desde lejos al muro de la izquierda (según
avanzamos al Palacio Toledo-Moctezuma) nos parece ver un rostro que sale de
entre las piedras, como queriendo mirar al cielo; parece una cara llena de dolor pidiendo
misericordia. Algunos conocidos al verlo lo identificaron con la cara de Jesús,
aunque yo no llegaría a tanto. Si nos acercamos vemos que es una piedra normal,
no está tallada, es simplemente una enorme y curiosa casualidad.
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