Con todo el revuelo ocasionado con los motores trucados de
Volkswagen, recordé, por casualidad, que hace años había leído en uno mis
libros preferidos sobre la ciudad, que Cáceres una vez estuvo a la cabeza de
algo, concretamente en lo referido al mundo de la automoción. Busqué el viejo
libro de D. Fernando García Morales, Ventanas a la Ciudad, y encontré una serie de
datos que me volvieron a sorprender y que me han hecho reflexionar sobre el
estado adormecido actual de la ciudad, aunque sobre eso me reservaré la
opinión, ya que se aleja de la intención y el tono habitual del blog.
En Cáceres se matriculó el primer coche de la península,
porque el primer coche en España lo hizo en Palma de Mallorca el 31 de octubre
de 1900, concretamente un Clêment. Ese mismo modelo de vehículo fue el
matriculado en nuestra ciudad a finales de ese mismo año. Pero las curiosidades
no terminan aquí, porque en el año 1904 entra en funcionamiento el primer
"coche de punto" de nuestro país, lo que ahora se conoce como Taxi, y
que sobre todo surgió para hacer el recorrido hasta la estación del ferrocarril,
que se encontraba en el actual barrio de los Fratres y que estaba bastante alejada del centro urbano.
La verdad es que ser pionero no siempre es agradable, porque
además fue en Cáceres donde se produjo el primer fallecido por accidente de
tráfico de España, ocurrió el 18 de noviembre de 1904, cuando D. Fernando García
Becerra perdió la vida al volante de su Renault con la matrícula CC-3.
Y si esto no fuera poco, el 15 diciembre de 1907 se inauguraba la primera línea regular de autobuses de nuestro país y que unía Cáceres con
Trujillo. El 13 diciembre de ese año se
publicaba en la prensa: "Ayer se verificaron las pruebas de los
ómnibus-automóviles que los señores Ramos y Cortés han adquirido a la casa
'Suddentsche Automobilefabrick' de Gaggenanin Baden, para establecer la nueva
línea de Cáceres a Trujillo y viceversa. Son éstos, tres carruajes soberbios.
Los dos mayores, que transportan 16 viajeros y 400 kilos de equipaje a una
velocidad de 20 a 25 kilómetros por hora, tienen sus departamentos de primera y
segunda clase, con luz eléctrica; y el más pequeño -que es el tipo adoptado por
el imperio alemán para los servicios postales- conduce a 8 viajeros y 200 kilos
de equipajes a una velocidad de 25 a 30 kilómetros por hora". La para del
omnibús se situaba en el número 12 de la calle Margallo y el billete costaba
2,90 pesetas en primera y 2,25 en segunda y cada pasajero podía llevar de
equipaje hasta 20kg.
Quede como curiosidad y como tema de reflexión, porque aunque en estos años parezca mentira, Cáceres alguna vez estuvo a la cabeza del automovilismo del país, y éramos los primeros en algo.
http://www.hoy.es/prensa/20061007/caceres/verdad-accidente-fernando-becerra_20061007.html
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