Space Invaders nació en 1978 por
obra de Toshihiro Nishikado, un diseñador japonés de la Taito Corporation. El
éxito del juego fue enorme y se transformó en un fenómeno comercial: poco tiempo después era posible comprar todo tipo de merchandising relacionado con esta
creación, como libros, discos o camisetas. Además, no tardaron en salir los
primeros clones. Debido a que Space Invaders, aunque parezca imposible, no
estaba sujeto a copyright, varios productores de videojuegos lo clonaron
sacando a la venta juegos como: Space Invaders Deluxe, Super Invaders o Fast
Invaders. Space Invaders es un matamarciano clásico en dos dimensiones. El
jugador controla un cañón que puede moverse a la derecha o izquierda y un botón
de disparo. Tiene que ir destruyendo los extraterrestres invasores (de los
cuales hay tres tipos: con forma de calamar, de cangrejo y de pulpo) que van
acercándose a la tierra cada vez más rápidamente a medida que el jugador va
destruyendo a los enemigos. Este ciclo se puede repetir en forma indefinida. Si
los invasores llegan al cañón controlado por el jugador, el juego termina.
¿Qué tiene que ver este juego con
la cacereña Ribera del Marco? Pues, aunque muchos de vosotros hayáis pasado
decenas de veces por él, seguramente no os habéis fijado que, en el puente levantado
en Fuente Fría en el año 2011, está representado este juego, en un guiño a los jóvenes que lo construyeron y que aporta un toque de respetuosa frescura a este
entorno. En ese 2011 se llevó a cabo un proyecto de reordenación urbana en el
entorno de la Ribera del Marco junto a esta famosa fuente. Inicialmente se iban
a construir dos puentes de cantería, una senda peatonal y algunas fuentes
ajardinadas. Finalmente sólo se realizó uno de los puentes. Fue planteado con un
solo arco escarzano, de una sección suficiente que permitiera soportar las
crecidas frecuentes de este arroyo. Está rematado con dovelas graníticas
blanquecinas y el paramento está realizado con ladrillo rojo. Fue un proyecto
de los Ingenieros de Caminos Pedro Plasencia Lozano y Hadrián Arias Durán junto
a Montse Carballeira.
El DETALLE de este puente que os
quiero enseñar, es su pavimento. Fue planteado con adoquines de dos colores,
con los que se hace una recreación del famoso videojuego Space Invaders. La
idea fue muy bien acogida por los alumnos de la escuela taller que lo
realizaron. El resultado es un discreto, pero divertido, guiño a un icono del
siglo XX que descansa sobre el lecho del cauce del Marco. Una comunión perfecta
entre la importancia histórica del único “río” de la ciudad y la modernidad
representada en un videojuego. Una fantástica idea, que pasa bastante
desapercibida y que hoy os quería enseñar AL DETALLE.
P.D. Las fotos de la construcción
del puente y su plano, han sido tomadas de la siguiente Web, con el permiso expreso de su creador.
http://www.pedroplasencia.com/2011/11/puentes-en-la-ribera-del-marco-caceres/
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