Debo confesar que este tema lo he
conocido porque fue publicado por primera vez por mi amigo M.A. Barrantes en su
fantástica página CÓNOCE CÁCERES hace unos días. Gracias a él he podido leer y
conocer un poco más sobre estos pequeños Detalles de nuestro patrimonio.
Una Real Cédula fechada en el 13 de
agosto de 1769 ordenaba la configuración urbanística de las ciudades
pertenecientes al Reino de España, no por el mero hecho de la modernización del
sistema urbanístico únicamente, sino por la necesidad de identificar las calles
y los edificios para facilitar de esta manera, el cobro de los tributos a la
corona.
El modelo imitaba lo que ya estaba
aplicando en Madrid y se estableció en las ciudades de Valladolid, Granada,
Zaragoza, Valencia, Palma de Mallorca, Barcelona, La Coruña, Oviedo y Sevilla.
Cáceres no entraba en el establecimiento de esta normativa al carecer de Real
Audiencia. Fue el 30 de mayo de 1790 cuando se crea la Real Audiencia de
Extremadura con su sede en Cáceres por Pragmática Sanción en el reinado de
Carlos IV.
Entre otras muchísimas cosas, la
flamante Audiencia tiene que aplicar la normativa y así el 22 de noviembre de
1791 se solicita un presupuesto para crear las placas con el nombre de las
calles y el número de las casas, al alfarero de Talavera de la Reina, Manuel
Montemayor. Este ofrece un presupuesto con unas medidas “de quarta en cuadro”
para los números por 4 reales de vellón cada uno, y el nombre de las calles “de
tercia en quadro” por 8 reales de vellón cada uno. Es decir, los números serían
cuadrados con un tamaño de un cuarto de vara (21cm) y las placas de las calles
de un tercio de vara (29,5cm).
La mayoría de estos azulejos están
coronados por una cruz patada y son de fondo blanco esmaltado donde resaltan
las letras mayúsculas en azul y en las que a veces vemos la preposición DE
entrelazada. En total se encargaron 214 placas con nombres de calles y 1515
números.
En el Archivo Histórico Provincial
se conserva el “El EXPEDIENTE DE ESTABLECIMIENTO DE QUARTELES” en la Villa de
Cáceres, dirigido por Melchor Basadre, creando 4 “quarteles” en los que
quedaría dividida la ciudad. Esto ayudó a redactar nuevos censos y facilitar, como
decíamos, el cobro de impuestos.
El 11 y 24 de noviembre de 1792, el
alfarero Manuel Montemayor entrega el pedido solicitado desde Cáceres. Cobra por el trabajo 7839 reales de vellón y 4 maravedises por los azulejos y 968
reales por el transporte. Un dato muy interesante que nos aporta este encargo,
es que se le pidieron 1515 azulejos de números de casas, pero se especifica
que de los números del 1 al 10 se pidieron de más, porque sólo eran necesarios
1404. Así sabemos el número de casas que había en Cáceres en 1793.
El paso de los años ha hecho que
estas placas del siglo XVIII desaparecieran, pero lo que parece increíble es
que la mayoría lo hicieran recientemente POR CULPA de lo que llamaron Plan de
Excelencia Turística de Cáceres, promovido por la Junta y el Ayuntamiento,
entre otros, desde el año 2000 al 2006. Entre las actuaciones pretendidas, y
que no lograron conseguir, fue la de unificar la cartelería en la ciudad
antigua. Así es que arrancaron, rompieron y tiraron la mayoría de estos
azulejos, aunque no debemos descartar que alguno descanse en algún hogar
cacereño. En su ubicación original sólo nos quedan 9 de los 214 azulejos
contratados. Los podemos ver en:
CALLe de Río verde alto. Azulejo que ha sido ocultado y
destrozado recientemente por una obra y que ha sido el detonante de esta
publicación
Calle de
Río verde vajo. Situado varias viviendas antes del final de la calle, unos
cables cubren la parte inferior de la pieza, muestra buen estado de
conservación a pesar de la falta de esmalte blanco en algunas zonas.
Calle de
la Cruz. Destaca sobre uno de los chaflanes de esta pequeña vía. Carece
de esmalte en algunas zonas.
Calle del
Rincón de la Monja. Situado en la fachada de una casa en esquina, el lado
izquierdo está cubierto por unos cables eléctricos. Posee profundos daños en el
esmalte.
Portal del
Pan. Se encuentra resguardado bajo un soportal de la Plaza Mayor, al final
de la Calle Pintores y sobre la fachada del bajo del edificio que actualmente
es una heladería. Además de daños en el esmalte y una grieta en la parte
inferior tiene unas pintadas.
Calle de
Santi Spiritus. Situado en la fachada lateral del Palacio del Duque de
Abrantes. Presenta muy buen estado de conservación, con pequeñas faltas de
esmalte.
Calle de
la Gloria. La placa está colocada en la confluencia con la Calle Obra Pía
de Roco. La pieza presenta varios daños en el esmalte.
Calle del
Adarve del Christo. Azulejo situado en el último edificio del adarve, en la
confluencia con la Cuesta del Marqués. Está fragmentado en tres trozos y apenas
es legible.
Plazuela
del Marqués de la Ysla. Resalta en la fachada principal del Palacio del
Marqués de la Isla, en la actual Plaza de la Concepción. Presenta numerosas
grietas y deterioro en el esmalte.
De los 1515 azulejos de números que
se encargaron al alfarero, solo se conservan cinco en nuestras calles. En la
bibliografía se especifica un sexto que, o ha desaparecido, o ha sido tapado
por uno de esos números que se compran en las ferreterías. Los podemos ver
en:
el 4 de la
Calle de la Cruz.
el 2 de la
Calle del Rincón de la Monja.
el 2 de la
Plaza de Santa María (corresponde al Palacio de Hernando de Ovando)
el 1 de la
Calle de la Obra Pía de Roco.
el número
5 de la primitiva Calle de Piñuelas Altas, hoy Plaza de Publio Hurtado.
el 9 de la
Calle del Arco de Santa Ana. Encontramos este azulejo en el precioso pasaje con bóvedas de ladrillo que nos lleva a la Plaza de Publio Hurtado.
Prefiero no hacer ningún comentario
sobre este tema, porque no quiero modificar el tono habitual del Blog, pero
creo que todo queda dicho. Sólo quisiera invitaros a mirar con atención estos
preciosos Detalles de nuestra ciudad… porque no sabemos cuánto durarán…
ACTUALIZACIONES 1 DE FEBRERO DE 2018
Afortunadamente, y después de todo el revuelo mediático que ha tenido, el azulejo que propició la noticia y la publicación de este artículo, ha sido parcialmente "liberado". Ya no se encuentra tapado por el enfoscado de la fachada, aunque sí parcialmente oculto por los cables. Al menos se ha conseguido que no quede bajo el cemento de la obra... algo es algo...
Mi amigo Miguel Álgel Barrantes me envía una foto del Postigo de Santa Ana, fechada en 1962, en la que podemos ver otro de estos azulejos, ahora tristemente desaparecido.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
LOS AZULEJOS DE NOMBRES DE CALLES Y NUMERACIONES DE CASAS DE CÁCERES FABRICADOS EN EL SIGLO XVIII. Nuria M.ª FRANCO POLO
Para llorar.
ResponderEliminarHacía tiempo que andaba perdido de la red. Este artículo es imresionante. Esto sí que es mirar pequeños detalles de la ciudad, y bien documentados. Lo último, como bien muestras y no dices, da lástima. Enhorabuena...
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