Pues se acaba esta trilogía sobre el aeródromo de Cáceres y sus defensas antiaéreas con el refugio subterráneo para posibles bombardeos, situado a pocos metros de donde se ubicaba precisamente esta defensa antiaérea. El que os haya enseñado por partes esta zona y que lo haya hecho en este orden, responde a la intención de enseñaros el estado lamentable, el deterioro, el abandono y la ruina de estas huellas de nuestro pasado. El refugio está lleno de basuras y bajar a él no fue ni fácil ni agradable. En esta ciudad sin una industria fuerte, en la que la universidad ha dejado de ser uno de los motores económicos, un lugar que no es cruce de caminos de ningún sitio, sin una actividad comercial destacable, sin ser frontera de nada, lo único que podemos vender es nuestra historia, nuestra cultura y las marcas de nuestro pasado. Pero evidentemente si no sabemos vender ni la joya que es la parte antigua, menos lo vamos a hacer con otras evidencias menos valiosas de lo que fuimos.
Me gustaría acabar esta serie de posts sobre el aeródromo de Cáceres siendo algo reivindicativo, pero no os quiero cansar, como ya dije en la primera entrada, quien tenga dos dedos de frente entenderá que esta parte de nuestro pasado debe ser conservada y recordada. Espero que por lo menos, un par de personas de esta ciudad, cuando corra por el ferial, vaya allí a montar en bici, a "ver las estrellas" y cuando pase a la feria por ese camino que sólo se abre esos días, reconozca y respete estos restos que forman parte de lo que somos.
Por último reconocer a la gente que ha puesto en marcha la página de facebook "defendamos el patrimonio militar de Cáceres" esa lucha, el interés y la iniciativa.
excelente articulo
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