Los que suelen ojear mi blog sabrán que se centra fundamentalmente en restos o detalles históricos de la ciudad y sus alrededores, pero a veces mis facetas de biólogo y amante de la naturaleza tienen que aflorar. Hace unos días salí a dar un paseo por una de las zonas circundantes de Cáceres más bonitas y desconocidas: el monte de Aguas Vivas y el Cerro Otero.
Desde la ronda Norte, justo al lado de la rotonda del Casar, parte un sendero muy empinado en un principio y que sigue paralelo a un muro de piedra que recorre este monte. Si seguimos este camino terminaremos en el cerro Otero y desde ahí podemos seguir hacia la Sierrilla o seguir descendiendo hacia la carretera del Casar y la Vía de la Plata.
Un final de verano y otoño lluvioso, entremezclados con días de sol, han propiciado un adelanto del verde en nuestros paisajes, así como la proliferación de numerosas setas. Yo no soy un experto en ellas, realmente no distingo más de cinco o seis, ni creo que hoy sea al día de dar una clase sobre micología, sólo quería mostraros algunas fotos de algunas amanitas sp. y algunas otras, con las que me topé en este paseo, para enseñar lo que tenemos en nuestra propia casa, porque casi todo el mundo pasea alguna vez por la Montaña o el Portanchito, pero creo que este monte es aún desconocido para muchos y que encierra mucha belleza y encanto.
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