Hoy volvemos a los alrededores del Monumento Natural de Los Barruecos, a unos pocos cientos de metros, siguiendo la carretera, o mejor dicho, la vía pecuaria perfectamente señalizada, nos encontramos con la casa palaciega de Hija de Vaca y su crucero. La Casa Fuerte de Hija de Vaca fue de los Carvajales de
las Cuatro Esquinas, heredada por los Duques de Abrantes y de éstos a los
Marqueses de Valdefuentes. Hoy día es propiedad de la familia
González-Sandoval. Presenta una bella portada de medio punto, con grandes
armerías, restos de torres y, exenta, la llamada Capilla Palatina.
Por el camino que nos lleva al Salor puede verse un elemento no demasiado frecuente en los alrededores de la ciudad: un crucero de piedra. En su base podemos observar la típica grada de tres escalones que combina la función como descansadero para el pastor y la función protectora de la cruz para el ganado. En otras regiones del país son mucho más comunes porque además hacían las veces de señalización del camino, y aunque por Cáceres cruzan numerosas vías pecuarias, este es de los pocos cruceros que se mantienen en pie, aunque su cruz se haya perdido. Seguramente fueron derribados en tiempos pasados para reutilizar los materiales. Hoy os quería enseñar a este superviviente que desafía al paso del tiempo y los caminantes de la vía con majestuosa humildad.
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