Los muros de nuestra ciudad antigua no paran de dar sorpresas, sólo se necesita observar con detenimiento los DETALLES que nos quieren mostrar. Nos grita, nos los pone delante y nosotros, casi siempre, pasamos con prisas sin ver, sin atender a todo lo que hay que descubrir. En la misma Plaza de Santa María, en la Calle de la Manga, frente al Palacio de los Golfines de Abajo, podemos observar una enorme cantidad de fósiles, desde el inicio de la misma hasta el final. En ningún otro muro de nuestra ciudad antigua vi tantos vestigios del pasado marino de la región como en esta pequeña calle. Podemos ver crucianas y otros icnofósiles similares a los descritos ya en la calle Tiendas en otro artículo, y entre las que quiero advertir, además, los restos de un pequeño trilobites que se encuentra en muy mal estado.
Y si no eran pocos, en la unión de esta calle con la Calle del Mono, podemos ver unos estupendos braquiópodos, muy similares a los que también aparecen en el obispado.
Ahora os invito a buscar estos restos del pasado más remoto de la ciudad, ya que todos estos fósiles son muy comunes en canteras que se han explotado históricamente en las inmediaciones de Cáceres.
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