Hace años ya que os enseñé la famosa “resbalaera” que se
sitúa muy cerca de la barriada cacereña de Aldea Moret, pero lo hice desde un
punto de vista descriptivo y con un toque de nostalgia de un tiempo que nunca
viví, y posiblemente ni existió. He de reconocer que es una de las diez
entradas más visitadas de las casi 500 que tiene el blog, y debe de ser por el
cariño que le tienen a este “tobogán de piedra” los vecinos de la zona.
Hoy quiero ir mucho más allá; quiero enseñaros su verdadera
función, su verdadera utilidad y, así, darle la importancia que tiene a este
vestigio de las creencias y mitos de nuestros antepasados. Pero, además,
mostraré un hallazgo inédito hasta este momento que Cáceres Al Detalle ha
descubierto y que despeja toda duda sobre el verdadero carácter sagrado que
esta roca tuvo en los pueblos prerromanos asentados en estas tierras cacereñas.
La “resbalaera” es parte de un conjunto de afloramientos
graníticos situados en el suroeste de Cáceres, concretamente en la fina
Corchuela (polígono 25, parcela 10177, según registro catastral). A “sus
espaldas“ pasa la A66 y frente a ella, a muy pocos metros, discurre el Regato
de las Muesas. Se sitúa en la bifurcación del Cordel de las Merinas (conocido
ahora como Camino viejo de Cáceres a Badajoz) y el Camino de las Torres que
lleva directamente al Monumento Natural de Los Barruecos. Su punto más alto se
sitúa a 417,3 metros sobre el nivel del mar y entre el punto más bajo y más
alto del afloramiento hay una diferencia de cota de aproximadamente 7 metros.
PAISAJE SACRO
El concepto de Paisaje Sacro es relativamente reciente y
hace referencia a la visión de un determinado lugar al que se le dota de un
marcado carácter sobrenatural con distintas connotaciones mágicas. Al Paisaje
Sacro lo determinan los ritos y mitos que se han vinculado a él en las
creencias de los distintos pueblos y que forman parte de la cosmovisión en un
contexto cultural y temporal determinado. Pueden formar parte de ese Paisaje
Sacro, rocas, regatos, pozos… Y es justo aquí, en la confluencia del objeto y
las propiedades supranaturales que se le atribuyen, donde nace el Paisaje Sacro
y la disciplina de la etnoarqueología, porque muchos de esos ritos y mitos han
sobrevivido en la tradición popular o se han integrado por asimilación en las
nuevas creencias y costumbres. La unión de la arqueología clásica con aspectos
como las tradiciones populares nos puede ayudar a entender el Paisaje Sacro
desde la distancia del tiempo y de creencias y su materialización en rituales
mágico-religiosos.
Según Martín Almagro (1) “el paisaje sacro es un elemento
más de la cultura humana que se puede llegar a conocer a través de los ritos,
mitos, topónimos y otros elementos relacionados.” Por lo tanto, el punto de
encuentro de la arqueología más clásica, la historia de las religiones y el
folclore, delimitan el espacio definido para el Paisaje Sacro.
En esta zona en la que nos encontramos, este paisaje
responde a las creencias y rituales de la Hispania celtica y nos permite
acercarnos a conocer aspectos de la organización social, pensamiento y religión
de estos pueblos que habitaron nuestras tierras hace miles de años. Estas
culturas concebían a los objetos y elementos de la naturaleza como algo vivo y
con un determinado carácter sobrenatural y mágico desde un punto de vista
animista.
El paso del tiempo ha llevado a la pérdida de la función
sagrada de estos “monumentos” sagrados y hasta hace unos años no han comenzado
a estudiarse de una manera seria y formal. Desde un punto de vista actual nos
cuesta identificar estos elementos, pero su análisis ha llevado a encontrar una
serie de patrones en ellos. En este caso nos centraremos en los altares, en los
santuarios rupestres, pero ¿qué tiene que tener un lugar para considerarlo un
altar? Para Rodríguez Colmenero (2), una de las tipologías de santuario está
relacionada con cavidades culturales o cazoletas. Para Jiménez Guijarro (3) los
santuarios destacan en el paisaje visualmente y suelen tener escalones o
cazoletas. Otro autor como Fabián García (4) considera que existen tres tipos
de altares rupestres: a) rocas con escaleras, b) con cubetas y vertederos, y c)
con cazoletas.
LA REBALAERA: UNA PEÑA SAGRADA
De todos los elementos que pueden formar parte de este
Paisaje Sacro, nos centraremos en los que destacan en el paraje de la
Corchuela: un afloramiento rocoso en un llano, un regato y algo que desde la
materialidad en la que vivimos suele pasar desapercibido, la orientación de esta
roca, algo que será muy importante y que veremos más adelante. El elemento
central, el esencial en este caso, es la “resbalaera” en esta irrupción abrupta
de material granítico y que destaca claramente en el paisaje llano del entorno.
Para los pueblos prerromanos las peñas sagradas podían tener funciones
propiciatorias, adivinatorias o curativas y entre las comunes y extendidas
destacan las RESBALAERAS a las que se les otorgaba la función de propiciar la
fertilidad femenina. Son muy comunes en toda la Europa atlántica, recibiendo
nombres diversos como “canchas bruñidas”, “escorregadoiras”, “refalizas”… Todas
ellas tienen en común una superficie inclinada con un surco marcado por el
continuo rozamiento. En ellas las mujeres que querían tener un hijo se deslizaban
desnudas para que los genitales tuvieran contacto directo con el poder de la
peña sagrada.
Encontramos “resbalaeras” en Garrovillas, Piornal, Membrío,
Piedras Albas, Arroyo de San Serván (que la llaman “refalaero”), en la que
aparece asociada a pinturas rupestres o en Almendralejo, por ejemplo. Fuera de
Extremadura también son muy frecuentes y abundan las “escorregadoiras” en
Galicia y también se pueden encontrar en las provincias de Ávila, Salamanca o
Zamora y siempre muy relacionadas con los pueblos lusitanos de la Edad del
Bronce.
LO QUE QUEDA DEL RITO
Ya tenemos definido el aspecto material, en este caso la
peña ¿pero se conserva algo de estos ritos que nos permitan sustentar la teoría
de que la Resbalaera de Aldea Moret es una peña sagrada? Por desgracia en la
Península ha quedado muy poco de este tipo de costumbres, pero si miramos más
allá de nuestras fronteras, las resbalaeras son importantes en gran parte del
oeste europeo, aunque donde más importancia adquieren es la Bretaña y las Islas
Británicas. Ya en el siglo XIX el autor Sebillot P. (5) recoge ritos de
fertilidad en las piedras “resbalaeras”. Incluso hasta mediados del pasado
siglo en zonas de La Coruña se ha conservado la costumbre de que las chicas
jóvenes rozaran su vientre contra un menhir para propiciar el embarazo, al
igual que ocurría con el gran menhir de Morbihan en la Bretaña francesa.
Ya tenemos un elemento físico y los ritos conservado hasta
hace pocas décadas en distintas zonas de Europa ¿pero no queda nada en las
tradiciones cacereñas?
"El Cancho que se menea". Montánchez. Foto: Diario Hoy
Relacionadas directamente con la resbalaera de Cáceres no he
encontrado ninguna tradición conservada en este aspecto, pero si miramos un
poco alrededor de la ciudad, no nos va a resultar complicado encontrar
tradiciones y ritos de fertilidad que se relacionen con peñas. En Montánchez
existía una peña oscilante (destruía en 1937 y que se ha levantado
recientemente aunque sin la propiedad del “balanceo”) y que en el pueblo
llamaban “el cancho que se menea”, a la que las mujeres que encontraban dificultad
a la hora de quedarse embarazadas, acudían a abrazar, es decir, ponerse en
contacto con ella, hasta que conseguían que se balanceara, algo que se
consideraba suficiente para que estas mujeres finalmente pudieran tener
descendencia.
Igualmente, para favorecer la fecundidad, las parejas de
Casar de Cáceres iban hasta la lancha de Valdejuán, a unos 11 kilómetros del
pueblo, donde sobre la superficie de aquella lancha mantenían relaciones y al
acabar tocaban otra piedra bamboleante que existía en la zona (también
destruida hace años). Haciendo todo esto, siempre en contacto con piedras y con
un marcado aspecto mágico y sobrenatural, se consideraba que se propiciaba el
embarazo.
Por tanto, tenemos ya la relación de los ritos en el contexto
cultural y espacial, y un elemento físico con el que relacionarlos. Pero para
considerar esta peña como un altar o peña sacra, y siguiendo las definiciones
descritas anteriormente, nos siguen faltando elementos como escalones, cubetas,
cazoletas… ¿o no?
GRABADOS RUPESTRES
Es en este momento en el que en Cáceres Al Detalle aporta
pruebas inéditas, porque lo dicho hasta ahora ya ha sido ampliamente estudiado
por autores como el mencionado Martín Almagro. En las múltiples visitas que he
hecho en los últimos meses al afloramiento, he localizado y fotografiado dos
grades grupos de cazoletas rupestres hasta ahora no documentados (al menos que
yo sepa), representando uno de los conjuntos de estas representaciones más
cercanas a la propia ciudad de Cáceres. ¿Qué son y qué significan estas
cazoletas?
Las cazoletas son cavidades semiesféricas que son
porcentualmente las representaciones rupestres más comunes en Extremadura,
apareciendo en el 75% de los conjuntos conocidos. Su cronología es muy amplia y
va desde las encontradas en una sepultura de un niño Neanderthal (6) hasta el
Bronce Final.
Su significado es realmente conocido y desconocido a la vez;
existen explicaciones que van desde considerarlas como un tipo de escritura, de
cómputo, representaciones de costelaciones o un signo tribal y territorial.
Probablemente todo eso debe de ser verdad porque las cazoletas realmente son
uno de los signos más polisémicos existentes. De todas las explicaciones
posibles me gustaría destacar, por el lugar en el que se encuentran éstas; dos
de las explicaciones que las relacionan con el agua de lluvia que recogen al
encontrarse en zonas ligeramente inclinadas y con cierta exposición a la
intemperie. J.M Domínguez Moreno (7) apunta a que el agua recogida tendría un
valor regenerador para el alma de los difuntos. L. Benito y R. Grande (8)
señalan que las cazoletas representan “la cavidad acuosa primigenia
simbolización del fenómeno vida-muerte, expresión dual de toda existencia.”
En “la resbalaera” de Cáceres encontramos dos paneles
orientados al oeste, es decir a la puesta de sol. El que denominaremos como
Panel 1 es bastante accesible y está en las “traseras” de la resbalaera, en la
entrada de un “pequeño abrigo” que forman los bolos de granito. En él hay una
cazoleta muy profunda y marcada y, al menos, otras tres mucho menos patentes
pero distinguibles.
PANEL 1
El que llamaremos Panel 2, se encuentra a mayor altura, en
la parte más alta del afloramiento y lo componen unas 11-12 cazoletas como
pueden verse en las imágenes. Parecen presentar agrupaciones de tres en tres, a
veces de manera triangular, otras más lineales.
PANEL 2
CONCLUSIONES
Si atendemos al concepto de “peña sacra” que debe destacar
en el paraje, que debería poseer escalones o cazoletas y que pudiera
relacionarse con las costumbres y tradiciones del lugar, podemos afirmar que la
“resbalaera” de Cáceres puede considerarse como parte de un paisaje sacro. Y
ahora entramos en el terreno de la especulación y la interpretación de los
elementos de los que disponemos.
En el afloramiento, si lo miramos de Norte a Sur vemos dos
grandes hileras de bolos divididos por un camino central. Hacia el este la
“resbalaera”, el regato de las Muesas y el pozo. El renacer, la vida y la
fertilidad están representados en esta parte del altar; la vida representada en
la luz del sol en cada amanecer y en el agua y que implican un renacer diario,
mientras poco a poco el sol recorre la resbalaera y discurre por la línea
anaranjada que ha quedado marcada después de años de fricción. En ese recorrido
la baña de su poder según avanzan las horas del día, y mientras, al otro lado,
la sombra, la muerte y la noche que llega cada día. La parte que mira al oeste
del afloramiento, donde están las cazoletas, representaría un homenaje al ocaso
y al fenómeno vital de la vida y la muerte representada en la puesta de sol. La
noche, la muerte, hace su oscuro y desconocido recorrido para volver a nacer
irremediablemente a la mañana siguiente.
Seguramente nos encontramos frente a un altar rupestre
propiciatorio de la fertilidad, de los cultos estacionales y de los ciclos de
la vida, la muerte y la resurrección. Posiblemente el agua del regato formara
parte importante en los ritos asociados a este lugar y a la divinidad adorada
en cada uno de los momentos superpuestos de su historia. Dejemos de lado la
prepotencia del hombre actual e intentemos encontrar en los espacios que nos
rodean el alma, el sentir y la cosmovisión de aquellos de quienes procedemos.
Sintamos el poder de conectar con nuestro ser ancestral y la conexión misma con
la naturaleza.
Hoy os he querido enseñar este lugar sagrado, Al Detalle.
(1) MARTÍN ALMAGRO-GORBEA. El “paisaje sacro” de Garrovillas
de Alconétar (Cáceres). Revista de estudios extremeños, 2017. Tomo LXXIII,
Número I, pp.99-134
(2) RODRÍGUEZ
COLMENERO, A. (1995-2007) „Espacio sagrado e interpretatio romana en los
santuarios rupestres “, J. Cardim Ribeiro (coord.), Actas do II Coloquio
Internacional de Epigrafia „Culto e Sociedade “, Sintria, III-IV, Museu
Arqueológico de São Miguel de Odrinhas, pp. 457-500
(3) JIMÉNEZ GUIJARRO,
J. (2000) “Las Peñas Sacras como imago mundi del “centro cósmico” en el mundo
indoeuropeo y céltico”, Trabalhos de Antropologia e Etnologia, 40 (3-4), Porto,
pp. 101-116.
(4) FABIÁN GARCÍA, J.
F. (2010) “Altares rupestres, peñas sacras y rocas con cazoletas. Ocho nuevos
casos abulenses y uno salmantino para la estadística, el debate y la
reflexión”, Madrider Mitteilungen, 51, Mainz, pp. 222-267
(5) SEBILLOT (1882):
Op. Ciy¡t., n.61, I, pp.48 s.
(6) BEDNARIK, R. G.
(1998): “Los primeros testimonios del espíritu creador”, El Correo de la
Unesco, abril, París, pp. 4-9.
(7) DOMÍNGUEZ MORENO,
J. M.ª (1992): “Mitología extremeña. La Diosa de la Muerte”, XXI Coloquios
Históricos de Extremadura. Trujillo, pp. 103-113.
(8) BENITO DEL REY,
L. y GRANDE DEL BRÍO, R. (1994): “Nuevos santuarios rupestres prehistóricos en
las provincias de Zamora y Salamanca”, Zephyrvs, XLVII, Salamanca, pp. 113-131.
🤔🤔🤔🤔🤔🤔🤔. Creo recordar estos datos. 🤔
ResponderEliminarFaltaría que indicase, el papel de las rocas en V en la fecha del equinocio. Además del abrigo que a escasos 200 metros, presenta otro panel de cazoletas y una pintura rupestre representando un antropomorfo. 🙄
ResponderEliminarImpresionante el panel 2. Mira que he pasado mil millones de veces por allí con la bici, y que me he parado casi tantas como he pasado, pero se ve que no tengo tan buen olfato como tú.
ResponderEliminarDe todas formas creo que hay un parámetro más que se da en los parajes sacros aparte de los que apuntas en tu entrada: cuando te encuentras en uno lo notas, uno no sabe explicar la sensación, pero nota el peso de la importancia sagrada que en tiempos pretéritos le dieron al lugar, aunque no haya visto aún ningún tipo de vestigio, el silencio denso, no sé. Y las sensaciones en la zona de la resbalaera son aplastantes e inequívocas.
Sé que puede sonar algo fantasioso, pero el que lo ha experimentado me entenderá.
Un saludo.
En el mismo paraje ayer mismo hallamod un gran oanel de cazoletas, junto a un podomorfo acomoañado de más cazoletas. Esta zona de CC impresiona por sus grabados.
ResponderEliminarPues me encantaría visitarlo... si me pudiera dar alguna indicación, aunque sea por privado.... Un saludo
ResponderEliminarUna de las piedras está esculpida con forma de calavera como representación del ritual de la muerte. Este conjunto junto con el Trasquilón y los Barruecos se encuentran sobre líneas Ley (corriente de Dragón) que confluyen en el triángulo formado por las tres ermitas madre-tierra Santa Lucía, Santa Olalla y Santa Ana, con su centro en la ermita de San Benito. Las iniciales de las tres dan la palabra LOA. El lugar de la ermita de San Benito y su triángulo es un lugar sagrado conectado con todas las ermitas periféricas del término de la villa de Cáceres del siglo XIII, mediante estas líneas Ley. En todas hay algún tipo de modificación de las rocas de su entorno por los pobladores ancestrales, con representaciones alusivas al ciclo de la auténtica pata de oca y los rituales conmemorativos.
ResponderEliminarJusto hoy he visitado una resbalaera junto a la ermita Ntra Sra de la Antigua (La Haba, Badajoz). Me ha llamado la atención que también esté en un paraje rocoso, con regatos, pozos... y una ermita!! ¿Alguien sabe si también tiene un carácter sacro?
ResponderEliminarEn el Cancho que se menea, hay una persona muy querida en sus tiempos en Cáceres.
ResponderEliminarNO digo más, dado que mis ojos se humeden y es mejor dejarlo así.
Gracias por su trabajo.
Muchas gracias.
En el Cancho que se menea, hay una persona muy querida en Cáceres en su tiempo.
ResponderEliminarNo sigo más, dado que mis ojos se humedecen.
Gracias por su estudio.
Lo guardaré como oro en paño.
¿Quién José Carlos? ¿qué persona dices? un saludo!
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