Hoy traemos al blog una de esas pequeñas curiosidades urbanas que se mantienen en nuestra ciudad, y que nos recuerdan pasajes de la intrahistoria de esta pequeña capital de provincia. Vamos a poner la vista hoy en la Calle Pintores, en el número 33 concretamente. Sobre las puertas de lo que ahora son dos locales distintos, podemos ver unos adornos de hierro forjado que esconden unas siglas: JSC.
¿A quién corresponden? ¿Cuántos años llevan ahí? Si miramos al pasado reciente, podemos averiguar que en estos locales tradicionalmente ha habido una farmacia, que en los años 20 del pasado siglo, tenía como titular a Carlos Acedo. Por lo tanto, no parece que estas letras hagan referencia a este ilustre farmacéutico. Si vamos un poco más atrás averiguamos que el titular anterior fue D. Joaquín Sobella Castel que fue quién mandaría poner las letras sobre la puerta y escaparate de su local.
Éste era sobrino del famoso Joaquín Castel Gabás, que tenía su farmacia en la Plaza Mayor y del que ya hemos hablado con detenimiento. Dicha farmacia la abrió en el local de su suegro al casar con María Carrasco. El matrimonio no tuvo hijos, pero se rodearon de familia. D. Joaquín Castel se trajo a Cáceres a su hermano José, quien ostentaba la cotitularidad de la farmacia. También se trajo a dos sobrinos: José y Joaquín Sobella Castel, nuestro protagonista de hoy. Sabemos que éste se hace con la farmacia de Pintores en 1914 que pertenecía a Adrián Carrasco. Deben, por lo tanto, ser las siglas, que hoy os he querido enseñar, Al Detalle, de esos años. Así es que cuando paséis por la Calle Pintores fijaos en estas letras de hierro forjado que tienen unos 120 años y que nos hablan del dueño de una farmacia en Pintores, entre 1914 y 1920: Joaquín Sobella Castel.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Más de cien chascarrillos de Cáceres. Antonio García Villalón
Cien años de vida colegial 1899-1999. Telesforo Torres González
Joaquín Castel. La burguesía emprendedora de Extremadura. Pilar Bacas Leal
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