En esta entrada de hoy me va a costar mantener el tono positivo y amable habitual del blog. En los últimos meses en la prensa han salido informaciones sobre la polémica obra que se está realizando en la ribera del Marco, junto al antiguo molino de aceite, para adecuar así el acceso al espacio de creación joven que se ubicará (algún día, de algún año, de algún siglo) en él. El problema está en la presencia de un pequeño puente del siglo XIII, el más antiguo de la ciudad, en la zona de las obras. En un primer proyecto alguna mente lúcida decidió tirarlo para hacer uno nuevo, afortunadamente ADENEX (y algunos arqueólogos) pusieron el grito en el cielo, denunciando lo que se iba a hacer. En ese momento los responsables del ayuntamiento y sus técnicos prometieron que este proyecto se iba a cambiar y que se realizarían dos accesos: uno peatonal por el viejo puente y otro, justo al lado, para el paso de los vehículos. Esto calmó los ánimos y la cosa quedó ahí hasta que se ha visto el verdadero resultado de la obra: el puente medieval ha sido ocultado, empotrado y sepultado bajo una puente de hormigón. De nuevo ADENEX y algunos arqueólogos clamaban en el desierto por este atropello, a lo que las mentes lúcidas del consistorio han contestado que el puente no se ha tocado, en una respuesta demagógica, pueril y casi insultante a la inteligencia de la gente.
Y esta historia me ha hecho reflexionar sobre varios temas, el primero es la ignorancia y casi el desprecio que tenemos los cacereños a nuestro patrimonio, no tanto al intramuros (que también) sino al resto de los fragmentos de nuestro pasado que están olvidados e ignorados por todos nosotros, porque seamos sinceros ¿cuántos cacereños eran conscientes de la existencia y el valor de este puente? Y la segunda idea que me pasa por la cabeza es el poco rigor que hay en las instituciones en el cuidado del patrimonio, porque claro, si yo tengo unos técnicos a mi cargo y les pido un informe, ten por seguro que ese informe me será favorable y luego argumentaré que el informe técnico ha dado el visto bueno a tal obra. Es como poco un sistema viciado y engañoso.
Así es que desde este humilde blog quisiera agradecer a ADENEX y los arqueólogos que han denunciado esto, el que hayan salvado el puente, ya que aunque esté empotrado, han conseguido que no se tire como era la primera idea. Y además pediría a todos los cacereños que defendamos más nuestro patrimonio, nuestra historia y nuestra cultura, no sólo porque a falta de industria podría ser el motor económico de esta ciudad, sino porque es parte de nuestro pasado, de nuestra identidad y de nosotros mismos.
Uno de los muchos atropellos culturales con los que los cacereños hemos sido castigados; lo peor de todo, es que no será el último y seguiremos tragando.
ResponderEliminarEs una pena
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