Aunque los
restos que en esta ocasión os voy a enseñar, se encuentran a pocos kilómetros de
Malpartida de Cáceres, se encuentran en el interminable término municipal de la
ciudad de Cáceres, a unos 200 metros río abajo, del famoso puente de la Sardina.
Se trata de un puente derruido, los restos de una vivienda y un viejo molino en
las orillas del río Salor. La única referencia oficial que he encontrado sobre
estas ruinas es un inventario de infraestructuras en desuso realizado por el
Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, junto a la Confederación
Hidrográfica del Tajo. En él se habla de la existencia de un muro de
mampostería de unos 70 metros de longitud y 1,5 metros de alto que se utilizaba
para encauzar las aguas del río hacia el molino del Aguijón. Junto a él los
vestigios de un puente que fue arrasado por una riada que según me informan amigos que siguen el blog, ocurrió la noche del 6 de noviembre de 1997. Las especies piscícolas de
la zona son Squalius alburnoides (calandino),
un pez autóctono de la península Ibérica de la familia Cyprinidae, Cobitis paludica (colmilleja), Chondrostoma polylepis (boga), Chondrostoma lemmingii (pardilla), Barbus bocagei (barbo común ibérico) y Barbus comizo (barbo comizo). La
vegetación de ribera no es abundante y se limita a la molesta Rubus Ulmifolius (zarza) y a unos pocos
ejemplares de Fraxinus angustifolia (fresno
de hoja estrecha).
Tanto los
restos del puente, el molino y la vivienda carecen de figura alguna de
protección. Se encuentran en la finca “El Aguijón” de Cáceres, dedicada
fundamentalmente a labor o labradío con encinas de secano (según fuentes
catastrales).
El conjunto
lo forman los restos del puente de mampostería con bóvedas de ladrillo que no
parece ni de muy buena calidad ni muy antiguo y del que sólo vemos parte de
alguno de sus ojos y desagües. En la zona más elevada hay una
vivienda cúbica que conserva tres estancias en buenas condiciones, con sus bóvedas,
hornacinas… aunque la planta superior se ha perdido casi por completo. Y frente
a ella, aunque bastante más abajo, encontramos el molino, de planta
rectangular, conserva una interesante techumbre hecha a base de ladrillo que
permanece casi intacta. La luz que recibe su interior llega desde una pequeñísima
ventana que da al río y en él y en su exterior, encontramos varias ruedas
de molino, y aunque algunas están
partidas, como suele ser lo normal, una de ellas permanece casi intacta.
He de
reconocer que la zona me ha sorprendido por los saltos de agua que presenta,
por la erosión en sus esquistos, por la vegetación y el entorno. Estoy deseando
repetir la visita cuando las lluvias tengan a bien aparecer y así poder
disfrutar de la fuerza de este pequeño río en todo su esplendor.
El molino del Aguijon, enclavado a la orilla del rio Salor, un desconocido para muchos. mi familia fueron de los ultimos que explotaron ese molino y vivieron en esa vivienda, llegados de Torreorgaz a Malpartida y adoptaron de ese oficio el apodo familiar que todavia seguimos conserbando "LOS MOLINERO"
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