Ya en este blog he hablado en numerosas ocasiones de los
restos que conservamos del viejo aeródromo de la ciudad. Cuando vamos a
disfrutar de los “cacharritos” de la feria o a hacer deporte al ferial, no
somos conscientes de estar rodeados del pasado militar de Cáceres, que
posiblemente, además, vive sus últimos días. La próxima construcción del “Nuevo
Ferial” que cuenta con zonas residenciales y comerciales, se llevará por
delante gran parte de este pasado. Con esta estrada al blog no me quiero
manifestar ni a favor ni en contra de estas iniciativas, solo quiero contar la
historia de esta zona para aprender más de nuestra ciudad.
Edificaciones desaparecidas recientemente
Es verdad que la mayor parte de los restos del aeródromo
desaparecerán, como ya lo han hecho la Garita y el Edificio de Mando, que de
noche a la mañana se esfumaron no dejando ni un solo ladrillo como testimonio
de su existencia. Por eso quiero poner el foco en esta ocasión en el hangar,
lugar donde ahora ensaya una banda de Cornetas y Tambores durante el invierno;
pero antes quería recordar ligeramente la historia de este lugar.
Fue en 1925, siendo alcalde Antonio Silva, cuando se amplió
en 6 hectáreas y en 1927 se cedieron los terrenos al Ministerio de la Guerra
para habilitar definitivamente el aeródromo. Por lo tanto, fue durante la
República cuando se inauguró con dos escuadrillas BREGUET-19 (para los iluminados
que se refieren a él como vestigio del franquismo).
Su papel en la Guerra Civil ya os lo he contando en varias
ocasiones (a final del post pondré los enlaces). Al finalizar ésta, nuestro
pequeño aeródromo siguió preparado para una posible nueva contienda. En él se
almacenaron las bombas “sobrantes” de toda la provincia, llegando a albergar el
hangar hasta 300 de ellas de gran tamaño, que posteriormente se repartieron
entre los refugios semienterrados que aún se conservan.
El uso militar permanente acabó en 1952, quedando un civil a cargo del mantenimiento de las instalaciones que se usarían de forma
esporádica hasta el año 70. Entonces pasa a ser usado por el Club de Vuelo
Libre Lilienthal, y posteriormente por el Club de Vuelo de Extremadura hasta el
año 1983, cuando se trasladan a La Cervera.
Tras el abandono del uso militar, el hangar que hoy nos
ocupa, fue pintado para que ya no pudiera leerse el característico TODO POR LA
PATRIA, pero que con el paso del tiempo, las lluvias y el sol, ha quedado
parcialmente descubierto. La tipografía antigua y el recuerdo de un pasado gris
reciente, me hacen emocionarme frente a un testigo del devenir de esta pequeña
ciudad, un testigo de nuestro pasado, nada más que eso, un recuerdo de nuestra
historia reciente que hoy os he querido enseñar, Al Detalle.
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