Para
muchos es más que sabido que siento una enorme debilidad por la
ermita de la Virgen del Vaquero de Cáceres. Ya he publicado muchas
entradas sobre ella, su imagen titular, retablo... pero me quedaba un
Detalle curioso que no había tocado hasta ahora: “El Vaquerito”.
Espero que nadie se moleste por las confianzas que me tomo al
“bautizar” a esta imagen con ese nombre.
Me
refiero a una pequeña talla de madera que se ha relacionado
popularmente con El Vaquero, Gil Cordero, a quien se le apareció la
Virgen en el siglo XIV cuando cuidaba su ganado en la sierra de Alía
y gracias a quien se encontró la talla actual de la Virgen de
Guadalupe. Como ya he explicado otras veces, esta ermita del Vaquero
se levantó en el siglo XVIII en el solar, que según la tradición
popular, se atribuía a la casa particular de Gil Cordero.
Esta
pequeña talla, como decía, es de madera, de pequeño tamaño, unos
35cm. incluyendo la peana y está vestida con unas pieles de oveja
con zurrón y un pequeño sombrero, en un intento de representar las
ropas de un vaquero. En realidad se trata de un precioso Niño Jesús,
probablemente contemporáneo a la construcción de la ermita, que fue
“tuneado” con esos ropajes para convertirlo, supuestamente, en
Gil Cordero. Pero es aquí donde se me plantea una duda, ¿por qué
representarlo como un niño si en realidad, cuando ocurre la
aparición ya es un adulto? Y ahora es cuando entramos en el terreno
de la especulación porque, por desgracia, no hay documentación
alguna que nos hable de esta talla. Por eso me permito plantear algunas hipótesis y al final de esta entrada indicaré cuál de ellas me
parece más posible o cuál más interesante, ya que muchas veces
estos dos conceptos aparecen enfrentados.
En
primer lugar podríamos suponer que, en un intento de consolidar un
cierto culto a Gil Cordero, tomaron una imagen que tenían a mano y
la convirtieron en un figura a la que rezar y empezar a venerar. Esa
figura no sería otra que un Niño Jesús al que, de manera muy
popular, se le tejieron esos curiosos ropajes que “ocultaban” su
verdadera edad y le convertirían en un joven pastor que sí podría
encajarnos en la historia. En muchas ocasiones las figuras a las que
se les presentó la divinidad (si nos creemos estas cosas), pasaron a
ser objeto de culto y se representaron e incluso algunas,
intercediendo ante algún milagro, alcanzaron la beatificación o
santificación. Parece ser que esto no se logró con nuestro humilde
Gil Cordero y la imagen del “Vaquerito” ha permanecido durante
décadas casi olvidada.
También sería posible que el niño ya en origen fuera un pastor y formara parte de la imagen de alguna Virgen Pastora, muy común en Andalucía y él fuera el Pastorcillo Divino que la acompaña. Por alguna razón desconocida acabaría en la ermita y se relacionaría con Gil Cordero, pero claro, esto no es más que una suposición sin una base documental.
También sería posible que el niño ya en origen fuera un pastor y formara parte de la imagen de alguna Virgen Pastora, muy común en Andalucía y él fuera el Pastorcillo Divino que la acompaña. Por alguna razón desconocida acabaría en la ermita y se relacionaría con Gil Cordero, pero claro, esto no es más que una suposición sin una base documental.
Y la teoría más especulativa, pero a la vez más divertida y motivadora,
es que se tratara de un exvoto del hijo de Gil Cordero. Para explicar
esta particular teoría tenemos que ponernos en contexto. Un exvoto
es un objeto ofrecido a la divinidad en cumplimiento de una promesa o
en agradecimiento por un favor recibido, especialmente se hace a la
Virgen o a un Santo. Recordemos que en este propio templo hay un
magnífico cuadro del que ya os he hablado, Al Detalle, que es un
exvoto por el favor recibido al salvarse de la muerte un niño
atropellado por un carro en la Plaza de Santa María por mediación
de la Virgen de Guadalupe. Este espectacular cuadro se puede
contemplar en la Ermita del Vaquero sobre el púlpito.
Para
seguir sustentando esta infundada teoría, debemos recordar que a Gil
Cordero se le aparece la Virgen en la Sierra de las Villuercas y ésta
le pide que vuelva a su casa a contarle a las autoridades
eclesiásticas que deben marchar al lugar de la aparición, donde
encontrarán enterrada una talla a la que deben construir una ermita
en ese mismo lugar. Siguiendo el mandato de Nuestra Señora, el
Vaquero parte hacia Cáceres a comunicarles a las autoridades su
experiencia y lo expresado por la Madre de Dios. Cuando llega frente
al obispo y otros clérigos no le hacen caso y le toman como un loco.
Al llegar a casa Gil Cordero encuentra que uno de sus hijos ha
muerto, he inspirado por la divinidad, va a buscar al obispo y en su
presencia le pide a la Virgen que resucite al pequeño. De inmediato
el niño vuelve a la vida y con ello convence a las autoridades de
que no miente y que el relato que ha contado es cierto. Se organiza
una comitiva que parte inmediatamente hacia las Villuercas y justo
donde la Virgen indicó, comenzaron a excavar, encontrando un
sarcófago de mármol blanco que contenía la talla de lo que ahora
conocemos como la Virgen de Guadalupe, tomando el nombre del arroyo
que discurría a pocos metros.
La
tradición nos dice que en esa casa, justo donde la misma tradición
dice que se levantó la ermita del Vaquero, la Virgen obró el
milagro de resucitar al hijo de Gil Cordero. Podríamos, por lo
tanto, pensar que esta pequeña talla que hoy os muestro, podría
estar contándonos el episodio en el que este pequeño resucita,
sirviendo como exvoto, y ya de rebote, serviría para reforzar el
recién iniciado culto en la ciudad y afianzar de manera didáctica y
tangible, el relato de la aparición de la Virgen y su vinculación
con este pastor cacereño y la ciudad de Cáceres.
Como
os decía, si aplicamos la teoría de la Navaja de Ockham que
considera que cuando varias teorías tienen la misma probabilidad de ser
correctas, la cierta suele ser la más simple, es decir, en este
caso, que este pequeño Niño Jesús era lo que tenían más a mano
para representar al Vaquero, artífice del culto a Nuestra Señora de
Guadalupe, aunque no me podrán negar que la teoría del exvoto no es
mucho más interesante y divertida.
Os invito a conocer esta ermita cacereña, su historia, sus leyendas,
sus tesoros artísticos y sus exvotos, Al Detalle.
P.D.1
Si alguien tiene más información sobre el “Vaquerito” por favor
que me la cuente.
P.D.
2 Gracias a Ricardo, miembro de la Cofradía de la Virgen del
Vaquero, que accedió con la amabilidad acostumbrada a abrirme la
ermita para hacer estas fotos y poder así contar esta historia... o
quizá la razón es otra que viene del otro lado del charco y que
os contaré más adelante.
EN LOS SIGUIENTES ENLACES PODRÉIS SABER MÁS SOBRE LA VIRGEN Y SU ERMITA:
Si quieres ver la ermita y sus riquezas : Hay una novena a nuestra señora de Guadalupe del Vaquero, Del 30 de agosto a el 8 de septiembre...
ResponderEliminarAtentamente.
Paqui