Este rincón, aunque alejado ligeramente de la ciudad, era de los que más ganas tenía de visitar, porque aparece y desaparece bajo las aguas del Almonte y el Tamuja en función del estado hidrológico y el nivel alcanzado por el embalse de Alcántara. Como el año pasado sufrimos una sequía importante, en estos días, la hornacina y los puentes de Don Francisco quedaron visibles y visitables para los curiosos. Su nombre se lo deben a D. Francisco de Carvajal y Sande, arcediano de Plasencia y canónigo de Coria. Fue uno de los grandes mecenas de nuestra ciudad, al que le debemos grandes reformas en la Iglesia de Santiago, el palacio de los Duques de Abrantes o la Quinta de la Enjarada que ya os he enseñado. Podemos encontrarlos en la carretera EX 390 que lleva de Cáceres a Torrejón el Rubio, lo que toda la vida ha sido la carretera de Monroy. Ya desde un tiempo antes de su construcción, el consistorio había conseguido una Real Provisión de los Reyes Católicos para levantar un p...
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.