A veces me preguntan si esto de hacer un blog, que no solo no te da beneficios económicos, sino que muchas veces te cuesta el dinero, merece la pena. Es evidente la respuesta: SÍ. A pesar de algunos disgustos, frustraciones, contratiempos, y claro está, alguna metedura de pata, es muy satisfactorio el patear el campo, leer y leer, descubrir y bucear en la historia más o menos conocida de esta tierra nuestra. Pero hay algo más satisfactorio aún: poder compartir todo lo que personalmente voy aprendiendo, no solo a través de las publicaciones en el blog, sino en persona. Este mes de diciembre pasado he tenido la suerte de poder compartir algunas de estas curiosidades, estudios y pensamientos en dos marcos muy distintos, pero que al fin y al cabo, son una manera de aportar humildemente al descubrimiento y divulgación de la riqueza de Cáceres. El 14 de diciembre fui invitado a dar una pequeña charla, intervención, ponencia... no sé cómo definirla bien, sobre el blog y los "Detalles...
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.