Cuando nacemos, inmediatamente nos cortan el cordón umbilical por el que hemos estado conectados con nuestra madre durante la gestación; pero todos sabemos que el vínculo no desaparece nunca a pesar del frío y metálico tijeretazo en lo físico. Permanece la unión, la conexión y el nexo que perduran siempre. Estoy convencido de la existencia de otros cordones umbilicales invisibles que permanecen en nosotros de una manera más o menos patente, pero que nos alimentan y oxigenan el espíritu durante toda la vida. Uno de ellos es con la propia naturaleza a la que pertenecemos, y para los que somos más cientificistas, la intervención de ese “cerebro primitivo” que se sitúa en el diencéfalo y que nos recuerda cómo gestionar las emociones o la afectividad. En una sociedad en la que damos la espalda a los aspectos atávicos de nuestra especie, donde la “memoria” solo se reclama para ser histórica, donde dejamos de pisar la tierra para apoyarnos sobre el asfalto. En un mundo que respira tóxicos y l...
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.