Entre una escalinata y la más famosa torre de la ciudad, se ubica una pequeña ermita: La Ermita de la Paz. El origen de la devoción a esta Virgen la tenemos que buscar a comienzos del siglo XVIII, cuando el beato Lázaro Lasso se instala en la ciudad en la zona de los soportales de la plaza. Escandalizado observa cómo cada noche, en la zona que se conocía como el Portal Llano, se llevaban a cabo inmorales actos y pecados de todo tipo, suponemos que de carácter sexual. Para ahuyentar estas conductas solicita al consistorio del momento, colocar una imagen de su propiedad de la Virgen de la Paz que estaría siempre custodiada por dos faroles encendidos. Recibe el permiso para colocar el cuadro en 1712 y consigue su objetivo, esos actos impuros se trasladan de lugar y el Portal llano empieza a llenarse de devotos que cada vez son más y más, hasta que en 1720 se funda la Hermandad de la Virgen de la Paz. Pero claro, el lugar no resultaba demasiado cómodo para los rezos y menos para la
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.