¿Qué es el día, y qué secretos guarda la noche? A simple vista, podría parecer una pregunta elemental, reducible al simple juego de luces solares. Pero en realidad, la distinción entre estos dos momentos inevitables abarca mucho más, aunque el lenguaje, a menudo, se contente con dar nombres a la presencia o ausencia de la luz, antiguas culturas conferían significados profundos a estos fenómenos celestiales. Por ejemplo, los egipcios denominaban al anochecer IJEJU y a la noche UJ, términos que evocaban la oscuridad, aunque también usaban GEREH, derivado de GER, para remarcar el silencio nocturno. En su cosmovisión, la noche constituía un caos regenerador, donde el sol, sumergido en el océano primordial NUN, resurgía en cada amanecer, tejiendo un ciclo eterno. Pero no nos dejemos engañar; la noche siempre ha estado entrelazada con la muerte, pues en sus brazos pereció Osiris, convirtiéndola en una extensión del mundo de los difuntos. Los romanos, herederos de esta percepción egipcia
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.