Recorriendo la ciudad antigua y su entorno próximo, podemos toparnos con algunas hornacinas en las que descansan Vírgenes o Santos. Las más conocidas son las que encontramos en las puertas de entrada del recinto amurallado. Esta costumbre, de origen romano, buscaba la protección mística y sobrenatural del espacio circundado y de sus habitantes. Tenemos ejemplos claros en el Arco de la Estrella, el Arco de Santa Ana o en el Arco del Cristo y también dos casos particulares en la puerta de Coria y en la puerta de Mérida, ya que se encuentran a medio camino entre los dos tipos de hornacinas que vamos a tratar hoy, ya que ambas puertas fueron derribadas y la devoción por los “santos” que las protegían se trasladó a casas cercanas. La puerta de Mérida se demolió en 1754, trasladando la imagen que albergaba a una casa contigua. Ya Boxoyo en su famosa obra, habla del Nazareno ubicado sobre lápida romana que aún observamos, por lo que como mínimo, se venera a ese Nazareno en ese rincón desde fi
Un recorrido por la Ciudad de Cáceres y sus alrededores, mirando los detalles que nos rodean y que pasan desapercibidos. Algunos de estos lugares serán conocidos por todos, otros sólo por algunos pocos, pero en definitiva, la idea es mostrar la riqueza monumental, cultural y natural de la ciudad y sus alrededores.