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LA VIRGEN DE LA PAZ: UN CUADRO, UNA ERMITA, UNA REJA Y UN BUEN PARTO



Entre una escalinata y la más famosa torre de la ciudad, se ubica una pequeña ermita: La Ermita de la Paz. El origen de la devoción a esta Virgen la tenemos que buscar a comienzos del siglo XVIII, cuando el beato Lázaro Lasso se instala en la ciudad en la zona de los soportales de la plaza. Escandalizado observa cómo cada noche, en la zona que se conocía como el Portal Llano, se llevaban a cabo inmorales actos y pecados de todo tipo, suponemos que de carácter sexual. Para ahuyentar estas conductas solicita al consistorio del momento, colocar una imagen de su propiedad de la Virgen de la Paz que estaría siempre custodiada por dos faroles encendidos. Recibe el permiso para colocar el cuadro en 1712 y consigue su objetivo, esos actos impuros se trasladan de lugar y el Portal llano empieza a llenarse de devotos que cada vez son más y más, hasta que en 1720 se funda la Hermandad de la Virgen de la Paz. Pero claro, el lugar no resultaba demasiado cómodo para los rezos y menos para la celebración de misa, y en seguida a los mayordomos se les ocurrió solicitar al ayuntamiento un solar junto a la Torre de Bujaco donde había, en estado ruinoso, una capilla dedicada a San Benito, iniciando los trámites de la cesión en 1726 y lográndola en 1731. Durante 5 años se realizan las obras para levantar la actual ermita que se sacraliza en 1736. Como la hermandad no disponía de mucho dinero, no pueden comprar un retablo de nueva fábrica y se traen uno ya existente del Convento de San Francisco, aunque sí les alcanza para encargar una talla de la Virgen al escultor vallisoletano Pedro Correa que cobra 400 reales por la imagen que actualmente preside la ermita.


¿Pero qué ocurre con el cuadro? Se decide que no se trasladará a la ermita y que permanecerá en los soportales, suponemos que para seguir evitando el pecado en la zona. Lo curioso es que la creencia popular comienza a atribuirle a la Virgen de la Paz poderes milagrosos en los partos de aquellas mujeres que le lleven una vela antes de ese gran día. Tanta es la creencia en la ciudad que deja de conocerse como Virgen de la Paz y hasta nuestros días se la conoce como la Virgen del Buen parto. El humo de las velas de las parturientas deterioró el cuadro original y en 1865 se le encargó una copia a un artista y profesor afincado en Cáceres, Rafael Lucenqui, que cobró 600 reales por el encargo. El descreimiento y los actos vandálicos llevaron al consistorio a sustituir la obra de Lucenqui en 1992 por una fotografía que también sufrió todo tipo de agravios y desprecios y finalmente se encargó a Luis Casero una copia que se instaló protegida por un cristal en el año 2013 y que es la que podemos ver actualmente. Del cuadro original que trajo Lázaro Lasso nada se sabe, se perdió en el siglo XIX, mientras que la copia de Rafael Lucenqui se encuentra los depósitos del Ayuntamiento y durante tiempo estuvo expuesta en el actualmente cerrado Museo Municipal.







Respecto a la ermita, como a mí me gusta fijarme en los Detalles, sobre todo los exteriores, pondremos la lupa en la Reja, ya que para ver el interior se debe coincidir con algún acto religioso. Esta preciosa reja se realizó en 1756 por el artista Juan Acedo cerrando el pórtico con triple arquería de medio punto y donde podemos leer:

ESTA CAPILLA ES DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ. 
SE IZO ESTA OBRA AÑO DE 1756

Destacaremos de ella los escudos con el rosario y la cruz, y sobre todo las águilas bicéfalas de los Austrias junto con el anagrama IHS en el frente y con el Ave María en el lateral. También, como detalle curioso, me quería fijar en la campana, porque fue decida por el Ayuntamiento en 1733, y que usaban para convocar a los ediles a reunión, con la única condición de poder seguir usándola siempre que lo necesitaran, y es la misma que ahora podemos ver en la ermita, lo que no sé si el consistorio seguirá teniendo derecho a usarla o no... o si ellos mismos lo saben...





Así es que invito a todas las futuras mamás a que se encomienden a la Virgen del Buen Parto de los soportales de nuestra plaza para tener “una hora cortita”, así como, y, sobre todo, a los profesionales médicos por si pedirle a la copia de la copia de un cuadro no hace efecto. Hoy os he querido enseñar estos fragmentos de nuestra historia, Al Detalle.


Comentarios

  1. Muy interesante y bonita esta historia. Sabrías decirme donde encontrar información de la reja del local de al lado, el de la farmacia, justo al lado de turimo. Gracias.

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    Respuestas
    1. Hola buenas, gracias por comentar. Pues la verdad es que no sabría decirte, lo siento.

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