
Hoy sólo se conserva un cubo donde se aprecian troneras y saeteras que delatan el carácter defensivo del inmueble y una portada de cantería que conduciría a un patio de armas. A partir del siglo XVIII ya comenzó su ruina.
En el interior del cubo pueden observarse restos de esgrafiados y las ventanas con sus alcahuetas y balcones de la segunda planta. Se pueden observar los huecos donde se fijaban las vigas de madera, que evidentemente han desaparecido pero que hace ver fácilmente dónde se situaban las distintas plantas del edificio. Verdaderamente se aprecia un modo constructivo de mucha calidad a pesar de su estado.
En la portada de cantería de granito pueden distinguirse unas letras que es imposible averiguar qué nos quiere contar. Es una propiedad privada y en ocasiones hay ganado dentro, esta vez por suerte pude entrar sin ningún problema y sin tener que molestar a los animales.
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