Mirar con detenimiento cada rincón de la ciudad monumental y alrededores te puede llevar a descubrir DETALLES curiosos y simpáticos. En la Calle Caleros, una de las calles con más tradición de la ciudad, existe un pequeño y moderno esgrafiado, muy bien hecho, medio escondido, en el que se recrean las tres carabelas de colón surcando un mar embravecido. Seguramente el dibujo no tenga más que unos pocos años, pero es de esas cosas que divierte descubrir en un paseo por la ciudad antigua. Así es que ya saben, nada de buscar los barcos de Colón en las profundidades, los tenemos a buen recaudo en una pequeña fachada de Cáceres.
Cuando uno viaja se encuentra lugares y rincones misteriosos, con leyendas truculentas, fantasmas del pasado, apariciones nocturnas o viejos cementerios que desatan historias muy atractivas para el turismo. Pues aquí en nuestro Cáceres, aunque casi nadie lo conoce, tenemos un callejón cuyos muros están plagados de huesos posiblemente humanos y que pasan inadvertidos a los visitantes. Es cierto que existen por el mundo capillas construidas con huesos, como ocurre con la " Capela dos Ossos " de Évora, no muy lejos de aquí. Hay otras en Austria, en Italia, la República Checa, o en el mismo Cáceres, donde hay una sacristía cuyo suelo está formado por huesos de cordero que ya os enseñaré otro día. Pero en este caso no hablamos de una construcción con huesos, sino que entre los materiales usados para la construcción de un muro aparecen numerosos fragmentos de huesos. Desde la cuesta de la Compañía, que une la plaza de San Jorge con la de San Mateo, parte un pequeño calle...
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