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UNA FALSA CRIPTA Y UNA MUÑECA QUE NO LO ERA

En plena reconquista nacen innumerables leyendas de apariciones marianas, que plagan las tierras nuevamente cristianizadas, de iglesias y ermitas que sirven para rendir culto a la Virgen. El relato suena muy repetitivo en las leyendas que pueblan nuestros pueblos, pero hoy os quiero contar la historia que relata la aparición de Nuestra Señora de Altagracia, en el término de Garrovillas de Alconétar. Debemos fechar la supuesta aparición a comienzos del siglo XIII, porque documentos de mediados de ese siglo ya mencionan esta advocación en una ermita primitiva. Documentos posteriores, como los expedientes de repoblación de Garrovillas de 1340, o el documento que recoge la acampada de tropas portuguesas antes de ser derrotadas por el Maestre de Alcántara en 1397, ya mencionan a este templo como un lugar destacado y de gran influencia.







Así es que la historia de la pequeña pastorcilla que se topó con el milagro, ocurriría en la primera mitad del siglo XIII, cuando esta niña cuidaba su rebaño cerca del arroyo de Villaluengo, y pudo distinguir a lo lejos unos grandes resplandores que llamaron su atención y despertaron su inocente curiosidad. Entonces se apresuró a acercarse para observar, con más detalle, el origen de aquella luz, y cuando estuvo a suficiente distancia se quedó fascinada al ver a una luminosa y bellísima mujer que se elevaba sobre una de las grandes encinas de aquel paraje. Intenta, sin éxito, tocarla, pero la mujer, que desprendía una luminosidad tranquilizadora, se desvanece elevándose hacia el cielo. La pastorcilla, cabizbaja, repara que entre unas piedras hay una "muñeca" que se parece sorprendentemente a la luminosa mujer.

Los vecinos y familiares que acuden al lugar alertados por el relato de la pequeña, no tardan en identificar a la muñeca con la imagen de la Virgen. Tardó poco en establecerse culto en el lugar y pronto se construyó la primitiva ermita. Tuvieron cuidado de salvaguardar el lugar donde se produjo la aparición, haciendo una oquedad bajo el altar, conservando el sitio exacto de la aparición mariana, en una especie de cripta. A pesar de las innumerables ampliaciones y reformas que el templo ha sufrido en estos siglos, esa "cripta" se conserva, y en ella un pedestal de piedra y lo que parece la parte superior de un crucero.




Sólo quería contaros una de las decenas de leyendas de apariciones en los años de la reconquista, que plagan nuestra tradición, y además, querría invitaros a conocer la ermita y al ermitaño, que amablemente os contará mil y una historias con un estilo muy particular, pero que merecen toda la atención. El acceso es sencillo en coche, siguiendo las indicaciones existentes en la N-630, una vez pasada "La Perala" dirección Cañaveral. Poco a poco os contaré más DETALLES e historias sorprendentes del Santuario de Altagracia y su entorno.



BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Tradición oral:gracias a las explicaciones del ermitaño
Leyendas Religiosas de Extremadura. José Sendín Blázquez

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