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LA DESAPARECIDA ERMITA DE SAN MARCOS Y LA PRIMERA MISA TRAS LA RECONQUISTA.


Hoy, 25 de abril, es el día de San Marcos que, según la tradición, es el día en el que se ofició la primera misa en Cáceres tras la reconquista que culminaría el 23 de abril de 1229, día de San Jorge. Es decir, hoy se cumplen 790 años de aquella primera misa celebrada el día de San Marcos, algo que no nos debe extrañar ya que San Marcos era el Santo Patrón del Reino de León.


Esta eucaristía se celebró según algunos autores (basados más en la tradición que en la documentación), en la desaparecida ermita de San Marcos que se situaba a los pies de la muralla, frente a la Torre de los Pozos. El pasado 16 de abril se inauguró un monolito en el lugar donde se encontraba este desaparecido templo a instancias de la asociación-hermandad de San Jorge, que, fundada en 2015, pretende darle al patrón de Cáceres el lugar de honor que se merece, y no tiene, en la ciudad. La placa en forma de libro ha sido realizada por el maestro de forja de la Universidad Popular, José Manuel Moreno y sus alumnos (según informa el diario hoy) y en la que podemos leer:

“En este lugar estuvo ubicada hasta su derribo en 1964, la ermita de San Marcos, Patrón del Reino de León, donde según la tradición se dijo la primera misa en Cáceres, una vez que los cristianos conquistaron la ciudad árabe el 23 de abril de 1229, festividad de San Jorge”



¿Qué sabemos de esta ermita? No existe demasiada documentación sobre ella, aunque destacaremos la referencia que aparece en el Diccionario de Pascual Madoz (1845-1850) en el que se afirma:

“… la capilla de San Marcos Evangelista, hoy sin uso alguno, se halla en la pendiente que baja desde la muralla á la ribera al pie de la torre llamada de los Pozos, de la que se asegura fué la primer igl. que hubo en Cáceres después de la conquista: en su pequeña fachada hay varias inscripciones bastantes destruidas”

Boxoyo, cronista de Cáceres del siglo XVIII afirma que esta primera iglesia de Cáceres es:

“la del glorioso evangelista San Marcos, que está entre la muralla y la ribera, al pie de la torre de los Pozos, en cuyo sitio se dice por tradición haberse celebrado la primera misa el día de este santo, dos días después de la conquista”

Añade, además que:

“Debajo de esta capilla principia una mina que continuando bajo la muralla, sigue hasta cerca de la Casa de los aljibes, por la que se dice entraron los soldados de Alfonso IX”

Incluso añade una pequeña descripción:

“casa de tres varas en cuadro y en su altar una devota y bien ejecutada imagen del santo en escultura de mucha antigüedad”

La descripción de la “mina” que continúa por debajo de la muralla apoya la teoría que afirma que las tropas de Alfonso IX accedieron al Alcázar por un pasadizo, acontecimiento que se convirtió en legendario como el pasaje por el que un capitán cristiano visitaba los aposentos de la hija del Caíd y que finalmente decidió traicionar para usarlo para la conquista de la ciudad. Este pasadizo tomó el nombre de MANSA ALBORADA, que derivó en MANSABORÁ, y no me casaré de decir, una y mil veces, que Mansaborá no era el nombre de la “mora”, sino del pasadizo y que incluso era el nombre de una calleja desaparecida en las inmediaciones de Fuente Fría porque la tradición afirmaba que por aquella zona tenía una salida aquel pasaje subterráneo. Desgraciadamente los encargados de las representaciones en la Plaza Mayor, algunos políticos y políticas y parte de la prensa, siguen desvirtuando la leyenda de nuestra ciudad… pero de eso hablaremos otro día.

Sigamos con la ermita… La documentación dice que sufrió una profunda remodelación y restauración en 1772 por Francisco Encinares. Posteriormente es reconvertida en vivienda particular para terminar siendo abandonada y cayendo en total ruina. Es entonces cuando el Arquitecto Municipal en 1964, Ángel Pérez, decide que la mejor solución para evitar posibles accidentes por su estado, es demolerla y en ese año desaparece para siempre.

No hay fotos que la retraten de cerca, aunque sí aparece en panorámicas de la ciudad como la que os muestro aquí (ermita con el color cambiado digitalmente)

En 1896 Gustavo Hurtado hace de ella un dibujo que finalmente es el único testimonio gráfico, con cierto detalle, que se conserva de este pequeño templo. Gracias a él vemos que se trata de una edificación de una sola nave, con ábside que parece circular y con tejado a dos aguas. También se observan algunos vanos, pero poca más información podemos obtener de este precioso dibujo.

Hoy os he querido enseñar, Al Detalle, la placa que nos recuerda dónde estaba el templo dedicado a San Marcos y los pocos detalles que sabemos del él, justo el día en el que se cumplen 790 años de la primera misa oficiada en nuestra ciudad tras la reconquista. 



BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
Diccionario Pascual Madoz
Ventanas a la Ciudad. Fernando García Morales
Estudio histórico-artístico de las ermitas y oratorios de la tierra de Cáceres. José Antonio Ramos Rubio. Óscar de San Macario Sánchez

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