Hace unas semanas os enseñaba parte de un artículo del que tuve la suerte de ser coautor junto con Joaquín Gómez Pantoja e Ignacio Triguero, ambos de la Universidad de Alcalá, y que fue publicado en la Universidad de Coimbra. En dicho artículo se mostraban dos inscripciones latinas, la primera de ellas, una inédita en la parte antigua de Cáceres, y de la segunda se hace una nueva interpretación y se reubica en Aldea del Cano. A continuación os transcribo la parte del artículo dedicada a este último epígrafe:
El segundo epígrafe se grabó en un bloque de granito labrado
por todas sus caras y que parece íntegro. Mientras que el lado inscrito y los
costados son superficies planas con aristas vivas, la parte de atrás se talló
con un perfil albardillado. En extremo superior hay una escotadura que recorre
los costados y la trasera. El monumento mide 60 x 35 x 18 cm y el letrero ocupa
toda la cara frontal (33,5 x 35 cm), lo que ha provocado la perdida de la letra
inicial de la primera línea y el daño de las finales en ese y en el tercer y
cuarto renglón. Las letras son capitales bien grabadas, pero de trazo
irregular, con tendencia a disminuir en altura según avanza el texto (5,5-4
cm). Lo más llamativo del letrero es la forma arcaica de las siglas del
patronímico, con la Q del praenomen con uno rasgo considerado arcaico en época
augustea y la F con trazo cursivo. La interrupción se señaló de forma
consistente.
La lápida apareció entre las piedras destinadas a la
construcción de la cerca de una finca rústica sita en Aldea del Cano. Esta
población está situada a unos 20 km al sur de Cáceres y ella y su vecina
meridional Casas de Don Antonio son núcleos de repoblación medieval emplazados
en el importante corredor estratégico que atraviesa ambas mesetas en sentido
norte-sur y que, en época romana, era recorrido por el Iter ab Aug. Emerita ad
Asturicam Aug. Se que la mansio Ad Sorores (1) estuvo en alguno de esos pueblos
y ciertamente son bastantes los miliarios aparecidos en ese tramo, cuyos
numerales, cuando se conservan, coinciden con las distancias asignadas a la
posta romana (2).
El lugar donde se examinó y fotografió el epígrafe, el 27 de
junio de 2019, es el de su hallazgo, una finca situada entre el núcleo urbano
de Aldea del Cano y el arroyo del Verdinal y junto al camino o carretera de
Albalá, que es la procedencia que se le asigna en la primera noticia sobre el
mismo (3); actualmente está depositado en el Museo de Oficios y Tradiciones de
Aldea del Cano.
[-] NORBA/NVS · Q(uinti) · F(ilius) / SENECO / AN(norum) ·
XXXV / H(ic) · S(it) · T(ibi) · T(erra) · L(evis)
Norbanus es el nomen gentile más característico de Norba,
Turgalium y sus alrededores, con más de un centenar de testimonios en toda la
comarca; es precisamente en el contexto de la investigación de esa nomenclatura
cuando se dio noticia de la lápida, pero de oídas y sin autopsia. De ahí que
haya importantes diferencias entre esa primera edición y la nuestra. No se tomó
en cuenta la escoración del ángulo superior izquierdo de la lápida, que también
borró el primer rasgo vertical de la N-; si se hubiera hecho, podría haberse
supuesto la desaparición del praenomen, que es corriente en la mayor parte de
los epígrafes de Norbani de fecha temprana; nuestra hipótesis es que hay
espacio para una letra estrecha como la de L(ucius), que fue corriente en Norba
Caesarina. También discrepamos en la lectura de la inicial del patronímico,
porque el signo con el que se escribió aparenta una P, pero ya se ha indicado
que es la forma arcaica de la Q. El cognomen es también fruto de una lectura
apresurada, que llevó a emparejarlo con el que Seneca que aparece en otros
epígrafes lusitanos (4), pero se trata de un Senecio afectado por la caída de
la -i-, como sucedió en una inscripción de Caesarea (Cherchel) (5).
Finalmente, la fórmula sepulcral omitida, a pesar de ser
quizá lo más interesante del epígrafe, porque – y a pesar de la communis opinio
–, H·S·T·T·L no es una errónea simplificación del habitual doblete H(ic) s(itus)
e(st), s(it) t(ibi) t(erra) l(evis), sino una variante intencionada del mismo,
como prueba una inscripción en las que consta el formulario en scriptio plena:
hic situs hic sit tibi [terra levis] (6); esto reivindica, de paso, otros
testimonios que habían sido considerados aberrantes (7). Ahora, una plétora de
ocurrencias obliga a olvidar esa vieja concepción y notar en cambio que ni la
cronología ni el reparto geográfico de esas inscripciones son aleatorios,
porque, hasta lo que se sabe, la fórmula solo se constata en las provincias
hispanas, con la significativa excepción de un epígrafe de Tingis (8). Los
ejemplares ya citados de la Bética y Castulo, junto con las más numerosas
lápidas dispersas por las áreas urbanas de la Lusitania son de cronología temprana,
puesto que generalmente se datan a inicios del s. I d. C., aunque hay algunos
que se consideran más modernos, de fechas próximas al s. II. Pero lo que da
cuerpo y presencia al grupo son el medio centenar de epígrafes encontrados en
los alrededores de los oppida existentes a orillas de los ríos Yeltes y Huebra,
en el borde septentrional del Conventus Emeritensis, donde HSTTL parece haberse
fosilizado, siguiendo en uso hasta épocas muy tardías, lo que justifica las
variaciones de la forma canónica: siglas elididas, otras repetidas y frecuentes
anacolutos por metástasis de las mismas(9).
El uso de esta peculiar fórmula sepulcral, la onomástica del
difunto y el arcaísmo de las siglas del patronímico datan el epitafio de [.]
Norbanus Q. f. Senecio en fechas tempranas del s. I d.C.
Joaquín L. Gómez-Pantoja
Rubén Núñez Quesada
Ignacio Triguero Perucha
NOTA IMPORTANTE: Actualmente la lápida se encuentra depositada en el museo de Oficios y Tradiciones "Emilio Mariño" de Aldea del Cano.
(1) It. Ant. 433, 33.
Se desconoce el emplazamiento de este servicio viario, que hay quien sitúa a
orillas del río Ayuela junto a Casas de Don Antonio, mientras que otros la
llevan a unos 2 o 3 km al noroeste de esa población, a las ruinas de la Casa
Fuerte y Ermita de Santiago de Bencáliz, que se demostró levantada sobre un
edificio romano (Cerrillo Martín de Cáceres 1982: 169-172) y a la que se atribuyen
un epígrafe votivo y un epitafio, respectivamente CILCC, cat nº 197 (HEpOl
22593, con foto) y CIL II 723 (HEpOl 21701).
(2) Puertas 1995:
294-310
(3) Iglesias Gil
1999: 203, cat. A = CILCC, cat nº 11 e Iglesias Gil 2017: 736, cat. nº 7. La
noticia no es muy fiable porque refiere cuatro inscripciones comunicadas antes
1997 por J. Salas y de las que no se proporcionan las descripciones, los datos
de sus respectivos hallazgos ni sus fotografías. Dos de ellas están
efectivamente en Albalá (vid. CILCC, cat nº 1 y 6) y habían sido ya publicadas
previamente con lecturas discrepantes, vid. HEp 6, 1996, 187 y 7, 1997,
259-262. Por lo que hemos podido averiguar, la confusa procedencia tiene
justificación porque el propietario de la finca donde se halló la que editamos,
nos informó que estaba entre la piedras compradas a un constructor de Albalá
para levantar la mencionada cerca; por otra parte, el Sr. Pérez Solis nos
informa que el dueño de varias de las inscripciones aún existentes en Albalá le
dijo que procedían de unas tierras suyas sitas en el término de Aldea del Cano.
Considerando que los restos de población romana son muy abundantes en la zona,
que Aldea del Cano y Albalá están próximos entre sí y lo frecuentes que han
sido los traspasos de fincas rústicas entre parientes y vecinos por
compraventas y particiones testamentarias, posiblemente no pueda determinarse
la exacta procedencia de la piedra.
(4) CILCC, cat nnº
138 y 609, Norba y Turgalium (respectivamente HEpOl 25114 y 789) y CIL II
21320, Olisipo (HEpOl 21320).
(5) Doisy 1952: 101.
(6) CILA 3, 644, de
Castulo (HEpOl 13882). Cfr. la evolución de A.U. Stylow, desde la postura
equidistante de 1995 respecto CIL II2/7, 498, de Corduba (HEpOl 4083) o CIL
II2/7, 836, de Baedro (HEpOl) frente a lo dicho tres años después sobre CIL
II2/5: 697, de Ilurco y 964, de Ostippo.
(7) CIL II 20 = IRCP,
cat nº 109, de Myrtilis (HEpOl 21099) es un estricto paralelo del caso de
Castulo; otros ejemplos lusitanos mal interpretados son IRPTo 171 y 175, de
Caesarobriga (HEpOl 31817 y 31570, respectivamente); CILCC 552, de
Turgalium-Ibahernando (HEpOl 5113); Tavares Frias 2005, Aguiar da Beira (HEpOl
25888).
(8) Respectivamente
Euzennat et al. 1982, cat nº 32 y Ordóñez Agulla 2013: 296-298. Hay otras dos
inscripciones argelinas (ILAlg, cat nnº 4189 y 44129 que terminan con HST[- -
-,] pero no he tenido oportunidad de acceder a ese catálogo.
(9) Los hallazgos
proceden principalmente de los lugares modernos de Hinojosa de Duero (Hernández
Guerra y Jiménez de Furundarena 2004) , Yecla de Yeltes (Hernández Guerra 2001,
s.v.) y lugares vecinos a ambos como Cerralbo y Saldeana (Hernández Guerra
2013). Hace medio siglo, Navascués (1963: 173) ya notó este fenómeno que achacó
a las “deformaciones habituales de la epigrafía salmantina”, sin detectar las
causas del mismo.
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