A veces el silencio puede ser amenazante, violento,
inquietante, incómodo o acusador. A veces la soledad es angustiante,
traicionera, profunda, oscura o absoluta. Y no creo que esto dependa del dónde
padeces esa soledad o ese silencio, y sí del cómo lo haces, pero he de
reconocer que hay lugares donde se muestran de otra manera, nos ofrecen su otra
cara. Uno de esos lugares es el Pantano de El Gallo de Torremocha, donde, desde
el mismo momento de llegar, el silencio se torna en confortante, amable, reconfortante,
cómodo y hasta gratificantes; la solead se convierte en leal, liviana,
inspiradora, luminosa y finita.
A pocos kilómetros de Torremocha, y tras un sencillo y
agradable paseo, tomamos una salida a la izquierda del camino principal y
comenzamos el descenso hasta el pequeño puente de piedra que es complemento
perfecto para hacer de este paraje un lugar muy especial.
Se trata de un pequeño puente de unos 14 metros de longitud,
con planta irregular y perfil alomado, construido sobre la roca madre (granito)
para salvar el paso del Río Salor. Está levantado en mampostería y en la base y
los arcos en sillería granítica. El mayor de estos arcos es apuntado y el menor
es rebajado. Presenta entre ellos dos tajamares, el de aguas arriba es
triangular con sombrerete piramidal y el de aguas abajo es prismático sin
sombrerete.
El petril también es de mampostería y la plataforma está
recubierta de grandes piedras de granito que no favorecen el tránsito por ella.
Su anchura útil no sobrepasa el metro y la altura del petril ronda los 50 cm.
Llaman mucho la atención en la zona la presencia de las
denominadas “marmitas de gigantes”, unas características marcas de la erosión
del granito vinculadas a la energía del agua. Su aspecto casi circular se debe
a la fricción giratoria de fragmentos de rocas impulsadas por la cinética del
curso fluvial que va profundizando y redondeando la cavidad. Evidentemente,
para que esto ocurra, la dureza del fragmento erosionante debe ser mayor o
igual a la dureza del material erosionado. A estas estructuras también se las
conoce con el nombre de Kettle (tetera en inglés).
A pocos metros del puente aparecen dos molinos, el primero
aguas abajo y que se encuentra en muy mal estado, quedando de él solo algunos
muros; y el segundo, prácticamente a la misma altura del puente y a unos 30
metros de él, que se conserva en bastante buen estado. A él llegaba el agua,
previamente desviada del cauce del río, por un caz de unos 10 metros de longitud
hasta caer en el típico cubo de este tipo de molinos de gravedad, donde se
situarían las dos únicas piedras que, al ser movidas por la fuerza del agua,
permitirían el trabajo de la molienda. Aguas arriba existen otros molinos que os enseñaré otro día.
El molino está realizado en mampostería y rematado en
algunos puntos como esquinas y dinteles, con sillería y ladrillo. En su
interior y en el exterior, en su muro oeste, observamos viejas piedras de moler no demasiado grandes, lo que nos da una idea de la producción media del
molino.
A unos 800 metros río abajo del puente, en el año 1979 se
levantó una presa creando en la zona lo que conocemos como el Embalse Del
Gallo. Se realizó esta presa de gravedad para favorecer el riego y se extendió
su uso a uno más lúdico de pesca de la Tenca principalmente. Tiene una
capacidad de 1hm3 y las aguas ocuparían en su punto máximo unas 16
ha. El muro tiene una altura de 17,5 m. y una longitud de 179,9 m. con un único
aliviadero con una capacidad de evacuación de 207 m3/s.
Planos: iagua.es
Pero como pueden ver en las imágenes, en esos días de abril
de 2019, el pantano estaba totalmente vacío. Pregunté a varias personas del
pueblo que me confirmaron que llevaba bastantes meses así; unos me decían que era por la sequía, y otros que había
un problema estructural en la presa y que al no haberse arreglado habían
optado por vaciar el embalse completamente. Me confirman que actualmente ya están los problemas solucionados, la presa está cerrada y el embalse en proceso de llenado, y así a la belleza del puente y los molinos se le suma el espectáculo
que siempre nos regala el agua, aunque, a decir verdad, incluso así, el lugar
se merecía una visita y por eso os lo he querido enseñar Al Detalle.
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